En nuestra región se tienen registradas cinco especies que tienen metamorfosis completa y actúan en la planta de diferente manera
Las plagas que afectan al cultivo de la soya en las diferentes zonas de Santa Cruz aumentaron de manera significativa en los últimos 30 años. Jovanna Vargas Rodas, jefe de desarrollo e investigación de Rainbow Bolivia, explicó que en la actualidad son 40.
Muchas de ellas antes no eran de importancia agrícola, pero en la actualidad han pasado a ser plagas potenciales en el campo de producción.
En esta oportunidad se hizo énfasis en las especies del complejo de los lepidópteros, tienen metamorfosis completa y en el estadio adulto se presentan en forma de mariposas y tienen diferentes modos de acción.
“En nuestra región tenemos cerca de cinco especies de lepidópteros que son recurrentes año tras año en el cultivo de la soya, que pueden generar una pérdida de 15 al 20 por ciento en el rendimiento final”, explicó Vargas.
Al mismo tiempo refirió que para su control se precisa la toma de decisiones oportunas en base a un Manejo Integrado de Plagas (MIP), que es un conjunto de tácticas o estrategias para mantener las plagas en niveles que no causen daño económico con un mínimo efecto sobre el medio ambiente.
Uno de los primeros pasos del MIP es el reconocimiento de las plagas agrícolas y también sus enemigos naturales, porque en base a esto el agricultor podrá tomar la estrategia más conveniente en el manejo de una plaga.
Especies
- Anticarsia gemmatalis. Es considerada una de las plagas más antiguas registradas en el cultivo de la soya por el CIAT en 1990 y por mucho tiempo fue una de las principales plagas de la soya. Logra ubicarse en las partes superiores de la planta, como el tercio superior y tercio medio donde come la hoja completa e inclusive las nervaduras.
La mariposa es grande, tiene una línea transversal que atraviesa las alas normalmente se la puede ubicar de día revoloteando, es fácil de poderla encontrar y coloca huevos de manera individual en el envés de las hojas y empupa en el suelo.
Las larvas cuando son de mayor tamaño, de L4 en adelante normalmente consumen el 80% del alimento total que van a consumir durante su desarrollo, por eso es importante controlar este insecto cuando se encuentra en los primeros estadios larvales.
- Falso medidor (Pseudoplusia includens). Tiene una cabeza más pequeña que la Anticarsia, presenta solo tres falsas patas, dos abdominales y una sola es anal dándole el movimiento de cuarteador que es característico de esta larva.
La mariposa no es vista frecuentemente de día en el campo, pero tiende a colocar sus huevos en las partes más bajas de la planta, por ese motivo la larva muchas veces se ubica en la parte del tercio medio y es difícil de poder controlarlas en esa situación.
Empupa en la hoja y el adulto tiene ornamentaciones que permite la clasificación entre algunas especies como el caso de Rachiplusia y Pseudoplusia.
- Spodoptera eridania. Es el principal lepidóptero que ataca a la soya y está asociada a la presencia de malezas en el cultivo. Por ejemplo en aquellos lotes donde no se ha hecho un buen tratamiento es probable una mayor población porque la mariposa prefiere lugares para oviposición que son más ricos en néctar y alimentos.
También está la Spodoptera frugiperda, con las malezas gramíneas que no han sido bien controladas pueden afectar al cultivo de la soya, sobre todo en etapas tempranas ya que actúa como cortadora.
- Heliothis. Es otra de las plagas que está registrada en la lista del cultivo de la soya, pero también se cree que hay la presencia de Helicoverpa en el territorio boliviano.
Cualquiera de los dos ataca brotes tiernos, vainas y hojas, colocan sus huevos en zonas meristemáticas donde hay pelos y los protegen de los enemigos naturales. Luego eclosionan y forman una telaraña en los brotes tiernos de la soya en este caso.
Helicoverpa tiene muchos hospederos, entonces manejos como rotación de cultivos no funcionan debido a la gran cantidad de hospederos que presentan.
- Pegador de la hoja (Omiodes indicata). Sus huevos son colocados en masa en formas de escamas y tienen una capacidad de oviposición bastante alta.
Después de la eclosión la larva tiende a colocarse cerca de la nervadura mientras desarrolla músculos en las mandíbulas.
En ese proceso hay entre 5 a 7 días que la larva permanece fuera después de la eclosión antes de empezar a pegar la hoja.
Eso es necesario reconocerlo porque es una ventana abierta para realizar un control químico para ser eficientes, porque cuando las hojas están pegadas es más difícil el control de este gusano con los productos químicos que tienen una acción translaminar.
Insecticidas para control de lepidópteros
Para un control eficiente de lepidópteros es necesario usar agroquímicos dentro de un programa de manejo de plagas, de tal forma que se puedan usar diferentes mecanismos de acción para evitar la aparición de resistencia.
Por ejemplo están los inhibidores de glicina como el Teflubenzuron, Novaluron y Lufenuron, entre algunos que se encuentran registrados suelen aplicarse en mezclas con otro tipo de insecticidas.
Pueden afectar la metamorfosis del insecto y además son selectivos a los enemigos naturales de las plagas.
En este esquema se pueden usar otro tipo de materiales como el caso del Clorfenapir que en las últimas campañas ha dado buenos resultados en el control de Pseudoplusia, que se mueve en las partes más bajas de las plantas y por eso resulta difícil su control con otro tipo de químicos.
Asimismo el Clorantraniliprole que es una diamida y la Spinosad que es un producto natural o el Metoxifenocide que es un acelerador de la muda son productos que han dado buenos resultados con el control del pegador de la hoja de soya.
También hay productos que han tenido buen poder de volteo para control de lepidópteros y que pueden ser usados en un programa de manejo, que pertenecen a otros mecanismos de acción. Por ejemplo está el Benzoato de emamectina, el Profenofos o el Clorpirifos.
Por último, en muchos países se está dando más importancia al uso de productos biológicos como el caso de Bacillus thuringiensis y Baculovirus anticarsia que están siendo ampliamente utilizados en el control biológico de plagas lepidópteras, incluso dentro de la rotación que se hace con otros mecanismos químicos plaguicidas.
Fuente: Rainbow Bolivia
Redacción: Publiagro