El CIAB presentará propuestas al gobierno en las mesas técnicas sobre desarrollo de biotecnología. Una primera fase, que sería a corto y mediano plazo y la otra fase que sería de largo plazo
Después del Conversatorio realizado el pasado martes en la sede de Cinacruz, donde se llevó a cabo un análisis de las declaraciones del presidente Luis Arce sobre la intención de producir biotecnología nacional, se discutieron diversas ideas para llegar a un consenso y emitir un pronunciamiento.
El Colegio de Ingenieros Agrónomos y Profesionales en Ciencias Agropecuarias de Bolivia (CIAB), propone que el proceso de consolidación de la biotecnología en Bolivia debería abordarse en dos fases: una de corto y mediano plazo, y otra de largo plazo.
Juvenal Bonilla, presidente del CIAB, explicó ambas fases y afirmó que estas propuestas serán tratadas en las próximas reuniones y mesas técnicas que se lleven a cabo con el Gobierno.
Fase 1 – corto y mediano plazo
Esta fase se enfoca en atender las demandas de los productores agropecuarios nacionales que no pueden esperar el tiempo de desarrollo de un nuevo evento con tecnología nacional.
En la actualidad, la renovación de nuevos materiales es baja debido al uso de semilla informal, lo que desincentiva a los obtentores a crear nuevas genéticas. Es necesario normar los eventos que actualmente se utilizan de manera irregular en los cultivos de maíz y algodón. Para ello, se debe promulgar un decreto supremo y posteriormente una ley que brinde seguridad jurídica a los creadores de eventos biotecnológicos y que permita combatir frontalmente el contrabando.
«Estamos abierto a las mesas técnicas, las empresas que tienen y han trabajado en nuevos eventos, también están esperando esta comunicación, y desde el CIAB vamos a realizar todos los trámites, para poder armar una mesa de diálogo para poder armar muy pronto esta incursión de la herramienta de la biotecnología»
Fase 2 – largo plazo
Esta fase está centrada en el establecimiento de una política de Estado basada en un plan nacional de biotecnología, articulado con la normativa internacional, que incluya incentivos para la investigación.
Que exista una inversión en infraestructura, equipamiento y formación de recursos humanos, así como un sistema sólido de transferencia de tecnología.
Algo muy importante que se debe analizar es el costo que implica desarrollar una biotecnología propia. Según el presidente del CIAB, generar un nuevo gen útil para nuestra realidad costaría aproximadamente 100 millones de dólares y requeriría 15 años de trabajo.
Bolivia actualmente se encuentra aislado del contexto internacional en cuanto al uso de biotecnología moderna, que no solo abarca la tecnología genética, habiendo creado así una barrera propia que lo condena a obtener los rendimientos agropecuarios más bajos de la región.
«Estamos abierto a las mesas técnicas, las empresas que tienen y han trabajado en nuevos eventos, también están esperando esta comunicación, y desde el CIAB vamos a realizar todos los trámites, para poder armar una mesa de diálogo para poder armar muy pronto esta incursión de la herramienta de la biotecnología», expresó Pedro Pelegrino, director de asuntos internacionales del CIAB.
Fuente: Publiagro
