La campaña de verano  del año pasado, no fue muy favorable para los pequeños productores a consecuencia del factor climático. Están esperanzados en esta nueva época, especialmente en el trigo, sorgo y girasol

Para la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (CAPPO), el año 2023 no fue favorable en términos de producción agrícola, ya que las condiciones climáticas adversas, como la lluvia, helada y sequía, afectaron a los agricultores. Sin embargo, mantienen la esperanza en la campaña de invierno, especialmente en los cultivos de trigo, sorgo y girasol, con la intención de recuperar pérdidas y obtener mejores precios en los cultivos.

Isidoro Barrientos, presidente de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (CAPPO), mencionó que el balance del año 2023 en la producción agrícola fue variado, con resultados que van desde desfavorables hasta regulares y buenos. Los cambios climáticos fueron determinantes, generando efectos drásticos en la producción de diversos cultivos.

Campaña de verano

Se explica que, en la campaña de verano, el cultivo de soya en la zona Este sufrió afectaciones debido a las inundaciones, especialmente en áreas como San Julián, Cuatro Cañadas y otras localidades. En este contexto, Barrientos mencionó que la cosecha tuvo resultados que van desde regulares hasta buenos en ese punto específico.

En la zona Este, específicamente en el cultivo de trigo, se enfrentaron a problemas relacionados con el agua, ya que este cultivo es adecuado para la campaña de invierno y recibió una cantidad significativa de humedad en su momento. Esto generó la presencia de hongos y nematodos, afectando especialmente a enfermedades como la roya y la piricularia.

En la zona Norte, se registraron problemas en el cultivo de girasol, ya que la productividad no cumplió con las expectativas debido a la sequía. Asimismo, en la zona Sur, el cultivo de maíz se vio afectado, siendo la sequía un factor determinante, y en los Valles Cruceños, la situación fue complicada con la combinación de sequía y heladas en algunas áreas.

“La evaluación que hacemos en la producción agrícola del 2023, es de mala, regular y buena”, aseguró.

A pesar de las expectativas optimistas para el año en curso, se anticipaba que el inicio de la siembra de soya se llevaría a cabo en condiciones climáticas propicias. Este pronóstico se basaba en la reputación del departamento, especialmente en la zona Este, que tradicionalmente ha destacado por su producción de soya. Áreas como San Julián, Cuatro Cañadas, Pailón y la Chiquitania, que también han experimentado una expansión en el cultivo de soya, estaban particularmente señaladas para beneficiarse de condiciones climáticas favorables en el presente año.

Se destaca la importancia de continuar con la siembra de diversos cultivos mientras se espera con expectación la llegada de lluvias adicionales. Este desequilibrio en las condiciones de siembra ha generado la necesidad de tener paciencia y la esperanza de que las precipitaciones pendientes permitan completar de manera satisfactoria el proceso agrícola.

“Como agricultor la labor es trabajar, cultivar y producir alimento para el país”, aseguró.

“Como agricultor la labor es trabajar, cultivar y producir alimento para el país”

Campaña de invierno y precios

En la actualidad, la expectativa se centra en el rendimiento de la soya, dado que la temporada de verano está llegando a su fin. Con optimismo, se proyecta hacia la campaña de invierno como una oportunidad crucial para obtener mejores resultados tanto en la producción como en los precios. Se espera que los cultivos de trigo, girasol y sorgo se vean beneficiados durante esta próxima etapa, brindando así un impulso significativo a la cosecha general.

En relación con la soya, se indicó que el precio ha experimentado una mejora y se sitúa entre 400 y 410 dólares por tonelada. Existe la expectativa de que este valor se mantenga. Es importante destacar que la productividad de estos cultivos está estrechamente vinculada al factor climático, subrayando la necesidad de condiciones climáticas favorables para lograr una cosecha exitosa.

En referencia al sorgo, se señaló que se espera que mantenga un precio estable en el rango de 70 a 75 bolivianos por quintal. En cuanto al girasol, se destacó que su precio debería estar relacionado con el precio de la soya, dado que los cambios climáticos han generado perturbaciones significativas en estos valores.

Contrabando

Barrientos también resaltó la problemática del contrabando, identificándolo como el peor enemigo del agricultor. Esta práctica ilícita se convierte en un factor determinante para la depreciación del precio de los productos agrícolas, obligando al productor a vender su cosecha a precios desfavorables. Esta situación evidencia cómo el contrabando no solo afecta la rentabilidad del agricultor, sino que también resulta en la disminución del valor justo de la producción agrícola.

Biotecnología

En relación con la biotecnología, Barrientos mencionó que han estado luchando durante aproximadamente 8 años. Hasta el momento, todo es incierto y no hay nada oficial, a pesar de haber tenido reuniones y propuestas con el gobierno. Hizo hincapié en que la biotecnología es una herramienta necesaria para el agricultor.

Fuente: Publiagro