Un especialista brasileño dio una charla sobre este tema y expuso varios ejemplos de los consorcios que se pueden aplicar

Una de las opciones es el consorcio de sorgo con pasto u otros cultivos/ Foto: Publiagro
El disertante aclaró algunas dudas de los productores que asistieron a la charla/ Foto: Publiagro

Wayron Araújo de Castro, asistente técnico senior de la empresa SOESP de Brasil fue el encargado dar una charla sobre la integración agrícola-ganadera.

Este sistema combina el cultivo de plantas con la ganadería en una misma zona de forma sostenible e integrada, tiene como objetivo optimizar el uso del suelo, mejorar la productividad, reducir los impactos ambientales y aumentar la rentabilidad.

“La integración agrícola-ganadera está pensada en mantener la calidad del suelo, el reciclaje de nutrientes, la incorporación de materia orgánica, aumento en la retención de agua y la regulación de la temperatura del suelo”, dijo Araújo.

Este sistema implica varios componentes, entre ellos cultivos agrícolas como maíz, soya, frejol, entre otros, en rotación con el pastoreo de ganado.

También implica el uso de técnicas de siembra directa, con el fin de evitar la erosión del suelo manteniendo la cobertura vegetal.

En este proceso se da utilidad a los residuos de cultivos agrícolas (como paja) como alimento para el ganado, reduciendo la necesidad de complementos alimenticios.

Se debe tomar en cuenta además la rotación de cultivos para mejorar la fertilidad del suelo y reducir la afectación de las plagas, malezas y enfermedades.

El manejo adecuado del pastoreo para garantizar la salud del hato de ganado y la preservación del suelo también es importante en la combinación agrícola-ganadera.

En algunas zonas se implementa la asociación de árboles en sistemas agrícolas, conocido como agroforestería, para proporcionar sombra, madera, frutos y otros beneficios.

“La integración agrícola-ganadera está pensada en mantener la calidad del suelo, el reciclaje de nutrientes, la incorporación de materia orgánica, aumento en la retención de agua y la regulación de la temperatura del suelo”

La siembra de pasto con leguminosas se activa ahora para alimentar al ganado/ Foto: Publiagro
Se recomienda un pastoreo ordenado en los potreros para preservar el forraje/ Foto: Publiagro

EJEMPLOS

El experto remarcó que en las zonas más húmedas de Bolivia encaja bien el consorcio del cultivo de arroz con el pasto Brachiaria humidicola y donde hay menor precipitación de maíz con brachiaria.

Las plantas forrajeras se pueden incorporar en los entre surcos de un cultivo principal, con el objetivo de tener una cobertura amplia de una parcela con el fin de preservar la humedad.

La integración de girasol con brachiaria también fue expuesta como una alternativa, ya que algunos productores usan al girasol como una opción de rotación en los cultivos de la segunda zafra.

La sociedad sorgo con brachiaria viene creciendo, sobre todo en regiones donde llueve menos porque el sorgo es más resistente a la sequía en relación al maíz y aporta una gran cantidad de forraje para alimentar al ganado.

Fuente: Publiagro