En Urubichá – Guarayos los pequeños productores de yuca han terminado con la siembra y están preocupados por la falta de lluvia y los incendios que se registran en la zona.
Los agricultores están preocupados porque no ha llovido, sumado a los incendios que se registran por esta época debido a las quemas indiscriminadas, que de alguna manera perjudican a los cultivos. Gonzalo Ramírez, un productor de yuca en Urubichá – Guarayos, explica que el momento de siembra de la yuca puede variar, pero generalmente ocurre en los meses de junio, julio y agosto. Esta planificación se realiza con el objetivo de asegurar una cosecha consistente para el próximo año.
Ramírez señala: “La yuca no tiene temporada, así como los cítricos y piñas naturales, depende únicamente del productor, en mi caso, ya estoy terminando con la siembra, he sembrado en diferentes fechas para que la cosecha no se realice de golpe”.
El tiempo de maduración de las yucas varía entre 8 y 13 meses, y en Guarayos, al menos 100 productores de yuca no cosechan al mismo tiempo. Ramírez añade: “Estamos terminando la siembra. En la mejor temporada llegamos a arrancar hasta 300 bolsas por hectárea.
Ahora estamos esperando que llueva y que los incendios no lleguen afectar los cultivos, no solo de yuca, sino todo lo que se produce en esta zona”.
“Estamos terminando la siembra. En la mejor temporada llegamos a arrancar hasta 300 bolsas por hectárea. Ahora estamos esperando que llueva y que los incendios no lleguen afectar los cultivos, no solo de yuca, sino todo lo que se produce en esta zona”
En Guarayos, se producen dos variedades de yuca: la rosada, destinada al mercado interno, y la manecilla, que es más resistente y se distribuye en el Beni. Ramírez comenta: “La diferencia entre la yuca rosada y la manecilla, es que, la primera se tiene que vender rápido, en dos o tres días se echa a perder, mientras que la manecilla es más duradera y por eso en el Beni la prefieren”, agregó Ramírez.
El cultivo de yuca requiere condiciones específicas, como temperaturas entre los 20 y 30 °C, una precipitación anual de 750 mm a 1250 mm, un largo fotoperiodo y suelos francos, arenosos, profundos y orgánicos con buen drenaje. La cantidad de raíces y almidón que se cosecha varía según la variedad, oscilando entre 10 y 50 toneladas por hectárea.
El precio de la yuca varía según la cantidad de producción. En los mercados de Santa Cruz, se vende a Bs. 100 la bolsa de quintal, mientras que en el Beni, alcanza los Bs. 120.
Fuente: Publiagro