Tiene la materia orgánica, los nutrientes y las condiciones agronómicas para soportar las demandas del cultivo.

La segunda jornada del Simposio de Suelos para una Agricultura Sustentable y Regenerativa comenzó con el tema «Técnicas de Diagnóstico en la Medición de la Fertilidad del Suelo y la Nutrición de los Cultivos», presentado por el Ingeniero David García, responsable del Proyecto de Manejo Integrado de Cultivos y del Laboratorio de Suelos del Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT).

Durante su presentación, el Sr. García destacó que la fertilidad del suelo se define como su capacidad para retener nutrientes y suministrarlos a las plantas a través de la solución del suelo. En otras palabras, los nutrientes deben estar disponibles en la solución acuosa del suelo para ser absorbidos por las plantas y garantizar una producción agrícola exitosa.

El expositor también abordó los diferentes tipos de fertilidad del suelo y subrayó la importancia de la estructura y densidad adecuadas para asegurar una alta fertilidad. La falta de estas características limita el enraizamiento profundo de las plantas y, por lo tanto, reduce la capacidad del suelo para mantener la fertilidad química.

“Es importante el abono de base y en nuestra zona muchos productores no lo utilizan, sé que esto significa un gasto pero al final con un buen rendimiento tiene su retorno”

García hizo hincapié en la distinción entre la fertilidad del suelo y la productividad del mismo. Explicó que un suelo fértil contiene todos los nutrientes necesarios en cantidades elevadas, mientras que un suelo es considerado productivo cuando mantiene su fertilidad y permite una óptima relación entre el agua, el suelo y las plantas.

“La fertilidad del suelo, es uno de los factores determinantes de la productividad”, enfatizó el experto. Agregó que los nutrientes juegan un rol importante en la parte de la nutrición de los cultivos, ya que proporcionan nutrientes esenciales para una planta, con la fuente, dosis, momento y sitio correctos, para que al final se tenga el desarrollo óptimo del cultivo.

Asimismo, García describió las técnicas para diagnosticar la fertilidad del suelo, señalando que el muestreo de suelo es la más adecuada. Recomendó realizar al menos una vez al año el muestreo de suelo para mantener un registro histórico. Subrayó la importancia de realizar análisis antes y después de cada campaña de cultivo para evaluar la evolución de la fertilidad desde la preparación del terreno hasta después de la cosecha.

 

Fuente: Publiagro