El algodón, el auge, caída y esperanza pese a la falta de apoyo

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En los años 90 se tejió el despegue del desarrollo económico de Santa Cruz y en la actualidad este sector busca apertura de mercados, incentivo para el productor, acceder a créditos y tener mayor producción.

Ante la crisis permanente que viven los productores de algodón de Bolivia, Publiagro, a través de su equipo de investigación, realizo una tarea retrospectiva, pero analizando cada variable que hizo que el escenario actual sea tan deprimente y sin vías de solución a mediano y largo plazo.

HISTORIA

La historia algodonera en Bolivia nace en los años ´80 y ´90 con micro, pequeños y medianos productores, esencialmente familiares que producían este cultivo para la artesanía y pequeña industria existente en esa época, pero fue en el año 1995 donde hubo un crecimiento exponencial hasta el año 2000, esto porque las agroindustrias existentes, como ADM, Rico y Fino, elaboraban aceite y subproductos de las pepitas del algodón, todo esto hasta que apareció la soya como cultivo alternativo.

Son más de 52.000 hectáreas (ver cuadro 1), que lograron sembrarse en un 90% en el departamento de Santa Cruz, y el restante en los departamentos de Cochabamba y La Paz.

Cuadro 1

Fuente: INE

La aparición de la soya en el escenario de este nuevo siglo, hizo que la depresión sea marcada y la preferencia del agricultor, junto con la apuesta por la agroindustria por esta nueva oleaginosa generó una nueva visión con respecto al cultivo del algodón. La producción disminuyo considerablemente (ver cuadro 2), la baja en la demanda local con la disminución de la industria textil y confección boliviana impactaron fuertemente a la cadena, al punto de que la tasa de exportación de materias primas naturales del país sigue sin variaciones.

Cuadro 2

Fuente: INE

Otro de los factores que genero este declive, es que Bolivia no ha celebrado nuevos acuerdos comerciales, desde que fue suspendida por EEUU del beneficio de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas y de Erradicación de la Droga (ATPDEA) por lo que perdió los beneficios de exportación hacia Norteamérica y sumado a esto, el consumo local está en baja, poniendo en jaque a los empresarios y productores.

Jesús Arce productor de algodón hace 35 años y ex presidente de la Asociación de Productores de Algodón (Adepa) en el 2010, señaló que en esos años se sembraron alrededor de 5 mil hectáreas en Santa Cruz, se tenía una media de producción de 10 quintales por hectárea, indicando que el cultivo del algodón movía bastante la economía.

En toda la zona Este, en base al cultivo del algodón, nacieron de forma agrícola poblaciones como Cuatro Cañadas, San Julián, Pailón, Monte Rico, 26 de agosto, Pozo del Tigre, Tres Cruces.

Dos razones fueron determinantes para el decrecimiento de este cultivo, uno el ingreso de la soya como alternativa agrícola y otro la salida del país del ATPDEA, pero lo que actualmente no deja crecer y los sacó del escenario agro productivo fue la ropa usada y el contrabando.

Para Arce, la ropa usada era y es más barata y con el contrabando no pudieron competir por los precios, es decir que el productor dejó de sembrar y se fue a otro rubro, por lo que varias empresas fueron quebrando y las desmotadoras dejaron de funcionar.

En esos años la empresa American Textiles (Ametex), exportaba poleras polo de algodón a los Estados Unidos, con el Tratado de La Ley de Preferencias Arancelaria Andina (ATPDEA), pero la industria quebró al cortar este tratado.

Señaló que el agricultor produce la materia prima para que la industria la procese, los tejedores, confeccionistas, comercializadores son una cadena muy grande.

Así también se cerraron mercados de exportación como el Perú, esto por falta de protocolos fitosanitarios para ser exportados y actualmente el mercado interno cuenta con dos industrias textiles a nivel nacional Senatex en la ciudad de La Paz y TSM en Cotoca, las cuales optan por importar algodón en desmedro y obviamente la inestabilidad de la producción local.

El productor explicó, que de no abrirse los mercados y si no se toma en cuenta el cultivo del algodón, no podrán seguir adelante y permanecerán rezagados, porque esto implica mucha mano de obra.

En la actualidad el productor cuenta con 90 hectáreas en la localidad de Pozo Del Tigre en Santa Cruz.

Según fuentes de la Asociación de Productores de Algodón de Bolivia (Adepa), entre 2005 y 2021, el área cultivada de algodón en el país se contrajo un 80%, pasando de 10 mil hectáreas sembradas hace 15 años, a tan solo 2.000 hectáreas cultivadas.


MERCADOS Y COMERCIALIZACIÓN

Producción en Cotoca


Cultivos de algodón, para cosechar
Foto: Alejandro Godefroy

Alejandro Godefroy, productor de algodón en Cotoca, dijo que están pasando por una situación lamentable, porque en la parte comercial se han cerrado varios mercados al extranjero, y esto les genera limitación en la producción, porque no pueden vender las fibras.

En otros tiempos, cuando se exportaba a Perú y Colombia existía un mercado muy grande para satisfacer, sin embargo, en la actualidad no pasa lo mismo y solo cuentan con el mercado nacional que es muy limitado, lo que restringe la actividad del rubro.

A lo largo del tiempo, las variedades del algodón han ido evolucionando y son mucho más productivas de lo que eran hace 20 años atrás.

El cultivo del algodón de alguna manera se ha simplificado en el manejo, y a la vez se logran rendimientos muy superiores a los de hace 20 años, pero aún la mayor dificultad que se tiene es la parte comercial.

Abrir nuevamente los mercados tradicionales de la fibra boliviana como lo eran Perú y Colombia, es fundamental para la reactivación del sector (ver cuadro 3), porque en el año 2006 se exportó 17 millones de dólares a estos mercados y ahora no pasan de los 400 mil dólares según reportes del INE en el año 2017.

Cuadro 3


Fuente: MDPyEP, INE


Producción del cultivo de algodón años atrás

Godefroy, explicó que el cultivo era manual, desde la siembra se hacía un raleo de las plantas manualmente, se tenía que carpir y cuando llegaba la cosecha, como no había las máquinas adecuadas, se la realizaba también de forma manual.

En la actualidad eso ya no existe, pues el costo de la mano de obra se ha elevado y no justifica cosechar a mano. Ahora por el contrario se ha tecnificado más el cultivo, de tal manera que casi un 100 % de la cosecha de algodón en Bolivia, se realiza de manera mecánica.

Así también, hizo hincapié en lo mucho que cuesta hacer efectiva la producción, es decir cuesta vender y cobrar. Los pequeños agricultores han dejado la actividad ante la falta de recursos para sostener la producción.

Lo ideal sería que vendan el algodón el mismo día de la cosecha, pero eso es imposible porque la venta demora entre 3 o 4 meses.


Cosecha de la producción de algodón
Foto: Guido Vaca


Bolivia y los cambios en la producción de algodón

En la década de los 90, Bolivia y Brasil tenían tecnología muy similar en producción, sin embargo, con el pasar de los años Brasil ha ido desarrollando tecnología para su región, ya que se han beneficiado de las variedades transgénicas, pues reducen el costo y aumentan la productividad.

Después de 20 años en Bolivia se sigue hablando de la producción entre 12 a 14 quintales de fibra por hectárea, un rendimiento esperado por la mayoría de los productores de algodón, mientras que en Brasil se habla de 40 a 45 quintales en promedio nacional.

En Brasil siembran alrededor de 2 millones de hectáreas y en Bolivia se siembra actualmente solo 2 mil hectáreas de algodón.

Brasil ha abierto mercados, exporta la mayor parte de sus fibras y en el país no se tiene el apoyo de las autoridades.

Existen agricultores medianos y grandes que tienen mucho interés en sembrar algodón por varias razones, una de ellas es la rotación de cultivo, una buena opción ya que el algodón es resistente a la sequía.

Mercado de exportación

Perú es uno de los países que tiene mucho interés en adquirir la fibra boliviana, se frenó está en los protocolos de exportación. El mercado peruano está interesado en comprar fibra boliviana, el precio les conviene, les resulta más económico y rápido, el problema es que en la frontera les exigen el certificado fitosanitario para la exportación, situación que las autoridades pertinentes aún no resuelven.

Godefroy y su familia, cumplen 50 años en la actividad algodonera, empezaron en el año 1973 y aseguran que son la empresa sobreviviente en el rubro y no pierden la esperanza en que el sector se levante nuevamente.

“Estamos perdiendo de generar divisas para el país al momento de exportar, hoy en día se habla de escasez del dólar, déficit fiscal, pero con el algodón podríamos estar aportando”, señaló.


Producción en Tres Cruces


Cultivos de algodón en Tres Cruces
Foto: Guido Vaca

Por su parte Guido Vaca, productor de algodón hace 23 años, en la población de Tres Cruces ubicada a 60 kilómetros del Sur -la Colonia Milagrosa -manifestó que el sector necesita créditos y más apoyo del Gobierno.

Vaca explica que el pequeño productor necesita créditos, incentivos y apertura de mercados.

Asegura que la producción no ha subido desde el 2019, año en el que llegaron a tener 9 mil hectáreas, luego decayó a 3 mil hectáreas y en este momento se encuentran en 2.500 hectáreas de producción.

“El algodón ha sido muy bueno conmigo, lo mínimo que uno produce son 5 quintales, a excepción del año pasado que debido a la helada se perdió 350 hectáreas”, acotó Vaca.

Agregó que todo lo que había acumulado durante muchos años, lo perdió el año pasado debido a las heladas, pero desde el 2019 cuenta con una máquina cosechadora que es su sustento económico.

El productor habla del algodón como un cultivo muy noble, se produce 5, 10, 12, 15 quintales y no deja vencido al productor a excepción de las heladas.

Así también señaló que se tiene un consumo interno de 20 mil hectáreas en Bolivia y al tener 2.500 hectáreas se tiene espacio para los nuevos productores. El agricultor cuenta con 200 hectáreas.


Bondades del Algodón

El algodón es una planta que necesita un período largo sin heladas, mucho calor y mucho sol, prefiere el clima cálido y húmedo, aunque también es resistente a las sequías.

Tiene una raíz tipo pívot, es decir es muy penetrante en el suelo, en muchos casos llega a descompactar terrenos, es de manejo más sencillo y simple, tiene mayor estabilidad de rendimiento y múltiples floraciones, además es una alternativa para ser usado como cultivo de rotación para los cultivos actuales.

Se lo utiliza en la industria textil, en la ganadería para alimentación animal, en la fabricación de aceites comestibles, cosméticos o de biocombustibles, entre otros usos. El producto principal que se obtiene de la planta de algodón es la fibra, que es el textil natural más importante del mundo.

Derivados del Algodón

Las pepitas del algodón sirvieron para procesar aceite hace más de 30 años en nuestro país, y tranquilamente se puede volver a reactivar ese tipo de producción.

Sirve para alimento de vacas lecheras, ya que tiene un 20% de aceite y el saldo como torta alimenticia, también otros tipos de utilidades como pólvora, extraído del nitrato de la celulosa, papel moneda, fibras, tejidos textiles, que es lo más común, jabón del extracto del algodón, celulosa para cosméticos, productos básicos sanitarios, neumáticos combinados con el caucho, cintas transportadoras con telas múltiples, capas de algodón, entre otros beneficios.


Como llegar a la reactivación

Para poder llegar a una verdadera reactivación se debe repartir las actividades y paralelamente armar programas y tareas a cumplir.

En la parte de innovación, junto con el sector privado y asociaciones, se debe introducir, validar y seleccionar nuevos materiales genéticos, desarrollar tecnologías y transferir conocimientos, formar recursos humanos capacitados y tener un buen servicio de certificación de semillas.

En la parte sanitaria, el Senasag, debe mejorar sus programas para el control de plagas para el algodón, elaborar o potenciar normativas fitosanitarias específicas para este cultivo, empezar el trabajo para declarar a Bolivia como país libre del Picudo del algodón, potenciar el recurso humano para BPAs y manejo y control de plagas.

En la parte de producción y post cosecha, se debe trabajar conjuntamente como política de estado el transferir la adquisición de bienes de capital, insumos y asistencia técnica permanente, esencialmente al pequeño productor, mejorar o desarrollar líneas de crédito para el mediano y grande productor.

En la parte de mercados, potenciar el mercado local, la producción actual es de alta calidad, si bien hay que mejorar aún más la productividad, el consumo interno debe ser prioridad para la producción local, buscar nuevos mercados externos o por lo menos recuperar el Perú y Colombia que aun buscan la producción boliviana.