El Gobierno nacional y panificadores se reunieron para ratificar un convenio.
El gerente de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), Franklin Flores, dijo este miércoles que la producción de harina local es de calidad y podrá cubrir la escasez del producto argentino que subió de precio, y que es necesario para elaborar el pan de batalla.
“Hemos previsto la calidad de nuestra harina, la harina de Emapa está certificada a través de ISO, supervisado por Ibnorca; igual vamos a trabajar de exigir a molinos privados la calidad de harina”, afirmó el funcionario público, tras una reunión que sostuvo con dirigentes panificadores de Bolivia.
El quintal de harina argentina subió de Bs 165 a 220 en el mercado paceño. Este insumo es necesario para elaborar el pan marraqueta ya que se combina en similares proporciones con la molienda de Emapa, según la explicación del dirigente de los panificadores artesanales de La Paz, Dandy Mallea.
Flores dijo que para esta gestión se tiene almacenado 1.600.000 quintales de harina y la demanda regular es de solo un millón. Aseguró que no podría haber escasez de harina puesto que se prevé sembrar más de 100.000 hectáreas de trigo.
Mallea alertó que, con la escasez de harina argentina, debido a la guerra en Ucrania, el pan que producen a diario podría bajar en peso o la producción sería menor.
Al respecto, el presidente de la Confederación Nacional de Panificadores Artesanales de Bolivia, Juan Cachicatari, dijo que cuatro quintales de pan por unidad productiva es suficiente para cubrir la demanda local. Acotó que se espera subir esta producción a seis y para este fin es que gestionan la provisión de harina sin retraso.
“Una vez más, la carencia de pan de batalla es mero especulativa, garantizamos la provisión de pan”, afirmó el dirigente quien, junto a su compañero de sector de La Paz, Martín Vargas, ratificó el convenio con el Gobierno nacional suscrito el 6 de enero, para la dotación de harina. Precisó que en La Paz y El Alto hay cerca de 1.500 panificadores.
Fuente: ANF