Estados Unidos de lejos el mejor mercado para productos orgánicos

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> Agencias de promoción pueden apoyar a los pequeños productores para incursionar en mercados internacionales.

Los Estados Unidos dan cuenta de aproximadamente el 42 % de las ventas minoristas mundiales de alimentos y bebidas orgánicas, de lejos, el mayor mercado del mundo en 2019, aseguran economistas del Banco Interamericano de Desarrollo.

En Bolivia, la agricultura familiar se dedica a la producción orgánica, y el mercado para este tipo de productos va en crecimiento, pero para aprovechar la demanda internacional, es necesario el apoyo estatal, departamental y municipal, según el investigador y docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Lucio Tito.

Un apoyo sería la creación de mercados destinados a la venta de producción orgánica, pero lamentó que a la fecha no haya un espacio para que los productores puedan exponer su mercadería.

Alrededor del 2 % representa el aporte de la agricultura familiar a la producción nacional, pero con apoyo y financiamiento el crecimiento puede ser acelerado, y llegar a mercados internacionales.

Los economistas del BID y particulares: Tomás Lisazo, Ignacio Marra de Artiñano. Gabriel Scattolo, Christian Volpe Martincus y Lucas Zavala Deja, señalan en su blog, publicado en la página web del BID, que la agricultura orgánica es un mercado en rápido crecimiento que puede brindar oportunidades a los países de América Latina y el Caribe (ALC) para diferenciarse los productos y diversificar sus ventas externas más allá de los productos básicos.

Para comprender este potencial, analizamos los efectos de las certificaciones orgánicas sobre las exportaciones de las empresas, indican a tiempo de señalar que dos países son exportadores netos de productos orgánicos; Argentina y Perú.

«Nos centramos en dos países exportadores latinoamericanos: Argentina, el país con mayor superficie cultivable de la región; y Perú, el país con la mayor cantidad de productores orgánicos», señalan.

Estados Unidos importa aproximadamente el 42 % de las ventas en el mundo, y se convirtió en el mayor mercado de la región para productos orgánicos.

La certificación orgánica del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), afecta la venta de las empresas. “ La evidencia indica que la certificación orgánica del USDA se asocia a un aumento de 20 % en las ventas a los Estados Unidos. Este incremento se origina tanto en mayores volúmenes exportados, como en envíos más frecuentes y, lo que es importante, en valores unitarios más altos”, apuntan los expertos en el tema.

La agricultura orgánica y la certificación

La demanda de productos orgánicos ha crecido a un ritmo acelerado a lo largo de las últimas dos décadas. Las ventas minoristas mundiales de alimentos y bebidas orgánicos se multiplicaron por siete desde el año 2000 hasta alcanzar cerca de 120,000 millones de dólares.

En 2019, la cantidad de productores orgánicos y la superficie de las tierras destinadas a cultivos orgánicos han evolucionado a la par de dicho crecimiento y han alcanzado los tres millones de productores y los 72 millones de hectáreas, respectivamente, a partir de niveles de 200,000 productores y 11 millones de hectáreas 20 años atrás, sostienen.

Los autores del blog aseguran que los países de América Latina y el Caribe (ALC) son actores clave de esta expansión, dado que en 2019 albergaban al 7 % de los productores orgánicos y el 11,5 % de las tierras para la agricultura orgánica a nivel mundial (FiBL-IFOAM, 2021).

«Explican que para etiquetar y vender productos orgánicos, las empresas deben estar certificadas. Esto requiere atravesar un proceso formal por medio del cual un organismo oficial de certificación comprueba que la empresa cumple con las reglamentaciones del país en cuestión (por ejemplo)».

“A la par de la expansión de la demanda, la cantidad de empresas certificadas se ha incrementado significativamente en los últimos años. Por ejemplo, el número de establecimientos certificados como orgánicos por el USDA superó los 44,500 en 2019, lo cual refleja un crecimiento de aproximadamente un 65 % desde 2013. Las empresas de ALC dieron cuenta del 21 % de este total”, afirman.

Las empresas con certificación orgánica del USDA dieron cuenta de aproximadamente el 40 % de las exportaciones totales de productos agrícolas de Argentina y Perú en 2018, cerca del doble con respecto a 2013. Dichas empresas certificadas por el USDA estuvieron concentradas en un puñado de categorías de productos agrícolas, las más importantes entre las que están las frutas, el café y el té, y las harinas.

Precios altos

Las empresas con certificación orgánica registraron mayores niveles de exportaciones, incluso si se controla por las diferencias entre las empresas y sus productos a lo largo del tiempo (por ejemplo, los cambios en la productividad de las empresas para producir ciertos bienes específicos) y entre los países de destino y los sectores a lo largo del tiempo (por ejemplo, los cambios en la demanda de bienes de determinados sectores por parte de los países).

En particular, las exportaciones a los Estados Unidos fueron un 20,3 % mayores para las empresas con certificación orgánica del USDA. El aumento de los valores exportados surge del incremento de los volúmenes debido, principalmente, a envíos más frecuentes y a un aumento de los valores unitarios, señalan.

Autores

Tomás Lisazo es Consultor del Sector de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID-INT) y también es Asistente de Investigación del Sector de Modelos de Simulación Económica del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (MESi – IIPE).

Ignacio Marra de Artiñano trabaja en la Unidad de Clima de Inversión del Banco Mundial; Gabriel Scattolo es consultor del Sector de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo.

Christian Volpe Martincus es Economista Principal en el Sector de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); y Lucas Zavala es becario posdoctoral en la Sección de Economía Internacional de la Universidad de Princeton.

Información y análisis

La expansión de la agricultura orgánica puede representar oportunidades para que los países en desarrollo diversifiquen sus exportaciones. Esto podría beneficiar a los pequeños productores y reducir de ese modo la pobreza en las áreas rurales, ayudando al mismo tiempo al medio ambiente a través de la adopción de prácticas más sostenibles.

Para que estos beneficios se materialicen, los países deberían implementar políticas que aborden las posibles fallas de mercado que pueden impedir que los productores se certifiquen. Estas podrían incluir medidas para reducir las barreras a la información que suelen enfrentar las empresas cuando buscan oportunidades de negocios en el exterior y cuando evalúan los costos y las condiciones requeridas para obtener certificaciones orgánicas, así como las ventajas que conllevan.

Las agencias de promoción de exportaciones pueden jugar un papel importante al respecto. Por ejemplo, en 2018, la costarricense PROCOMER lanzó su «Programa de Crecimiento Verde» para asistir a las empresas a fin de mejorar sus prácticas y resultados de sostenibilidad por medio de los cambios apropiados en sus procesos productivos.

La facilitación del comercio orgánico mediante la suscripción de acuerdos internacionales (como los Acuerdos de Reconocimiento Mutuo «ARM» entre países) es otra área importante en la que los países deben seguir avanzando. Por ejemplo, Chile ya ha firmado e implementado acuerdos de este tipo con varios socios.

El BID apoya a los países de ALC en la implementación de esta agenda. Una iniciativa importante en este sentido es LAC Flavors, un foro de negocios anual que el Sector de Integración y Comercio ha organizado en 12 ocasiones en la región desde 2009.

En el marco de dichos foros, compradores de países tan lejanos como Dubai han cerrado negocios con proveedores de ALC. Ese fue el caso, por ejemplo, de Organic Rainforest, un productor y exportador peruano de cacao orgánico, que ha logrado abrir nuevos mercados y diferenciar sus productos mediante la obtención de certificaciones orgánicas, kosher y de fair-trade.

Fuente: El Diario