El centro experimental se encuentra en Tarata y las semillas son recolectadas de los diferentes valles del país.
Con más de 1.700 variedades recolectadas en los valles, Cochabamba tiene el banco de semillas de trigo más grande del país que son utilizadas para realizar investigaciones y para transferir a los productores. El centro experimental se encuentra en Tarata y la custodia está a cargo de técnicos del Servicio Departamental Agropecuario (Sedag) del Programa Semillas.
El responsable del Sedag, David Molina, explicó que en 2014, después de varios estudios, la institución contribuyó con dos variedades de semillas “Cañada 14 y Tarata 14”, las cuales están certificadas por el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF).
“Actualmente se trabaja en la variedad kara uma, una diversidad de trigo duro, de porte alto y una vez que sea certificada se le dará algún nombre referencial de la zona. En los últimos 10 años la Gobernación (de Cochabamba) coordina con el INIAF para fortalecer el trabajo del Sedag”, puntualizó Molina.
El funcionario sostuvo que las características del trigo son que tiene mayor tamaño y se cosecha entre cinco y siete meses después de la plantación. Esta variedad posee menos gluten, es utilizado para la elaboración de fideos y su costo es superior entre un 15 y 20% más que el harinero.
En tanto que el trigo harinero se cosecha en menor tiempo, entre 90 y 100 días, crece solo con el riego de lluvia, es más liviano y es utilizado para la producción de pan y repostería.
“Hay zonas productoras que buscan de doble propósito y hay otras que buscan de porte bajo por características climatológicas”, explicó Molina a tiempo de manifestar que el rol del centro experimental es fortalecer la seguridad alimentaria.
“Por eso, año tras año, producimos las semillas para posteriormente transferir vía municipios a los productores. Cada año producimos 30 toneladas de semilla que equivalen entre 280 a 300 quintales aproximadamente”, acotó.
Fuente: La Razón