Industria Oleaginosa se disponen a firmar acuerdos con el Gobierno para acabar la pugna por la soya

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Voceros de Caniob y Cadex en una conferencia de prensa ratifican que, no obstante, debe continuar el diálogo con el ente gubernamental para que se tome en cuenta la propuesta de la Anapo centrada en venderle con banda de precios a los pequeños y medianos productores y que los grandes cancelen la venta de la harina de soya al costo internacional.

Ratificando que su compromiso es con Bolivia y con la seguridad alimentaria del país, la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex) y la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), anuncia que firmarán todos los convenios, «confiados en el compromiso del Gobierno de analizar y viabilizar la propuesta de Anapo».

En una conferencia de prensa los directivos de ambas Cámaras, encabezados por Jorge Amantegui, presidente de Caniob, quien fue el encargado de leer el comunicado, señalan que este próximo jueves instalarán una mesa técnica con los representantes del Gobierno nacional y esperan que de las conversaciones salga algo muy productivo para la economía del país.

Los planteamientos principales de la conferencia fueron dados a conocer a través de un pronunciamiento en el que dan a conocer los argumentos que tienen para solicitar que les aprueben sus demandas.

«Nuestras instituciones reiteran enfáticamente que nuestro compromiso es con Bolivia y con la seguridad alimentaria. La agroindustria oleaginosa siempre ha abastecido el mercado interno y adicionalmente los excedentes se utilizan para ser exportados con lo que aportamos al desarrollo económico el país».

Sostienen que esta actividad ha generado empleos y representa el sector no tradicional que mayores ingresos de divisas genera a Bolivia conquistando mercados internacionales que no todos los países del mundo lo logran.

Reiteran que las industrias oleaginosas invierten en Bolivia generando empleos, financian la actividad agrícola y movilizan la economía con un efecto multiplicador mayor que el de la industria petrolera y minera del país.

«Por eso nos sorprenden los adjetivos negativos con los que injustamente se han referido a la industria en los últimos días», enfatizan.

En lo referido al tema de la regulación afirman que la agroindustria oleaginosa está regulada. «Con la banda de precios referida por el Gobierno nacional, resigna un precio de oportunidad que se le brinda al mercado, bajo la premisa de que está en riesgo la seguridad alimentaria; sin embargo, pese a la rebaja a la harina solvente de soya, ésta no se ve reflejada en la canasta familiar».

Fueron enfáticos en señalar que el diferencial de precios establecido por el Gobierno y el marcado a nivel internacional afecta económicamente a las industrias oleaginosas favoreciendo a otros sectores e introduce un desequilibrio en la cadena productiva.

Crece el mercado negro
El asunto del mercado negro lo manifiestan al señalar que ven con preocupación cómo crece ese mercado negro, o lo que es lo mismo: «contrabando, agio y especulación, por parte de gente inescrupulosa ajena a la cadena de soya».

«Esto desangra a la economía boliviana y debilita a los sectores que son pilares para la seguridad y soberanía alimentaria y la reactivación económica de Bolivia».

Reafirman su voluntad de trabajar siempre apegados a las leyes y por ello están abiertos al diálogo. Así, aseguran haber actuado «con absoluta amplitud para discutir ideas y propuestas serias, con fundamento técnico, en el marco del respeto mutuo, que busque y promueva equilibrios, y que además estén sujetos al principio de racionalidad».

Consideran que la propuesta técnica presentada por la Anapo es muy importante y por ende la apoyan.

«Creemos que la propuesta de Anapo debería ser implementada para poder llegar a un acuerdo por la seguridad y soberanía alimentaria, y por el equilibrio de la cadena de la soya».

Al respecto sostienen que esa alternativa apunta a que se otorgue el beneficio a los pequeños y medianos productores que no pueden trabajar con economías de escala y que los grandes productores y empresas altamente tecnificadas y competitivas, puedan trabajar en un esquema de precio de indiferencia de exportación.

Paralizadas las exportaciones
Punto importante de lo expuesto en la conferencia se refiere a que las empresas del sector no pueden exportar desde la anterior semana, debido a que no cuentan con los permisos de exportación (CAIyPJ).

Esos permisos son indispensables para tramitar los certificados y documentos necesarios la venta al exterior, así como el transporte de los productos y el cruce de fronteras que al no contarlo las empresas puede ser sancionadas.

Firmarán el convenio
Dispuestos a firmar el convenio se manifestaron los representantes de ambas Cámaras y aseguran que lo hacen pensando en el desarrollo de Bolivia.

«Informamos que la industria soyera, suscribirá los respectivos convenios de abastecimiento interno con el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, como una señal importante para que se restablezca el diálogo entre todos los actores y el Gobierno, en el marco de los compromisos asumidos el día viernes 26 de febrero».

Sostienen que todos deben apuntar al fortalecimiento conjunto del sistema agropecuario y agroindustrial que otorga el desarrollo para Santa Cruz y Bolivia.

«Solo así responderemos a la urgencia de reactivar la economía del país en esta difícil coyuntura que atravesamos», culminan la exposición.

Fuente: Publiagro