La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), a través de su presidente, Marcelo Pantoja, dio a conocer su evaluación de la gestión 2019 sobre la producción de granos de soya, maíz, trigo, girasol, chía y sorgo, que son alimentos estratégicos para garantizar la alimentación a otras importantes cadenas productivas como la avícola, porcino, lechera y ganadería.
Informó que la producción total de estos granos ha sido de 4.287.000 toneladas que significan una disminución de 5 por ciento con relación a la gestión 2018, pero que representan una disminución de 15 por ciento respecto a la producción de granos que se obtuvo en el año 2014, situación que demuestra que el sector productivo ha continuado reduciendo su producción de alimentos.
Indicó que, comparando por ciclos de producción, en la campaña de verano 2017-2018, en los cultivos de soya, maíz y sorgo, se produjo 2.350.000 toneladas, que significaron una disminución de 8 por ciento con relación al verano anterior. Y en la campaña de invierno 2019, se logró producir 1.937.000 toneladas de granos de soya, trigo, girasol, maíz, chía y sorgo, que es similar a la producida en el invierno anterior.
Aclaró que la disminución de producción en la campaña de verano fue debido a condiciones climáticas adversas, principalmente de sequía prolongada que afectaron los niveles de productividad en los cultivos de soya, maíz y sorgo, principalmente.
Señaló que la producción total de granos en 2019 representó un movimiento económico de al menos 985.000.000 de dólares, que fueron distribuidos en toda la cadena productiva de alimentos, pero que fue menor en un 15 por ciento con relación a 2018, debido a la caída de los precios para los cultivos agrícolas.
Acotó que el sector productivo se encuentra estancado en la superficie de siembra en los últimos años, sin tener un crecimiento real, y más bien viene disminuyendo las cantidades de producción en relación con años anteriores, debido a la afectación de la productividad por condiciones climáticas adversas y la falta de políticas del Gobierno que solucionen los problemas estructurales existentes.
Indicó que, si bien se estuvo avanzando en la agenda productiva priorizada, principalmente en los temas de liberación de exportaciones y acceso a la biotecnología, aún no se lograron resultados concretos que permitan generar las condiciones adecuadas para mejorar la productividad y por tanto aumentar la producción de estos alimentos.
Señaló, que están a la expectativa de avanzar con el Gobierno transitorio en la agenda productiva priorizada, de liberación total de las exportaciones, acceso a nuevos eventos en biotecnología, acceso a la compra de urea a un precio correcto para los productores bolivianos y financiamiento para reactivar al sector productivo, entre otros temas.
El sur triplica producción
Desde el 2017, en municipios de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, el Chaco específicamente, se ha registrado triplicado el cultivo de maíz. Superando, incluso, las 400.000 toneladas.
Los rendimientos tuvieron una importante mejoría, pues pasaron de un promedio de 3,5 y 4 toneladas por hectárea a 4,5. La superficie cultivada en esta zona, compuesta por los municipios de Camiri, Charagua, Gutiérrez, Cabezas, Lagunillas, Boyuibe y parte del chaco chuquisaqueño como el tarijeño, alcanzó a 90.000 hectáreas.
Luís Acosta Arce, director regional del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), en una anterior entrevista afirmó que Tarija produce más de 2.600 toneladas de semillas certificadas, con lo que supera la meta a nivel nacional y el aporte en ingresos económicos supera los 20 millones de bolivianos para el departamento.
Tarija tiene 25 variedades del maíz
Las variedades criollas de maíz que existen en la región tarijeña alcanzan a 25, por ejemplo, se tiene el romano, culli, overo, pullita blanco y amarillo, el morocho, bicha sara, además de las liberadas por el INIAF, como el H1 y el HQ2. Sin embargo, en el departamento solo se cultivan unas 12.
Según Acosta, lo que más utilizan los agricultores son los maíces criollos, pero gran parte de ellos ya empezaron a utilizar nuevas variedades híbridas generadas por la entidad.
Desde hace dos años se emitieron cuatro nuevos tipos, dos de ellos son de característica dura y sirven para alimentar animales como pollo, cerdos y vacunos, son las ya mencionadas Iniaf H1 e Iniaf HQ2, este último destaca por la cantidad proteínas que tiene y están en todo el valle central de Tarija y en la zona del Chaco.
Las otras dos variedades que son usados para hacer humintas son el Iniaf choclero amarillo y el Iniaf choclero blanco. Éstas ya se siembran en todo el departamento y empezaron en las comunidades de El Rancho, Charaja, Chaguaya y Entre Ríos.
El maíz en el departamento y en el país, los que se cultivan en los valles mesotérmicos, tienen un rendimiento de alrededor de tres toneladas por hectárea, pero con los nuevos híbridos sube a más o menos siete toneladas.
Acosta informó que entre 2017 y 2018 se sembró maíz en grano en 38.678 hectáreas (ha) y produjo 90.128 toneladas (t) es decir unos 2.330 kilogramos (kg) por ha; mientras del choclero se cultivó en 545 ha, que generó 1.380 t, a razón de 2.532 kg por ha.
Por su parte, el productor José Lino Jaramillo, apuntó que el maíz se siembra en todo el valle central de Tarija que comprende las provincias Cercado, Méndez Avilés, Padcaya, incluso O´Connor y en algunas zonas del Chaco. Calculó que son cultivadas unas 12 variedades de las más rentables. En un buen año, si no se ha sufrido inclemencias naturales como las heladas, granizadas o sequías se puede obtener hasta 80 quintales por ha.
OTROS GRANOS QUE SE PRODUCEN EN BOLIVIA
Soya
En 2019 se estima alcanzar una producción total de soya de 2.597.000 toneladas, que representa una disminución de 4 por ciento con relación a la gestión anterior, debido principalmente a la prolongada sequía que afectó los niveles de productividad y por tanto en la producción de grano.
Trigo
En 2019 se ha tenido una producción total de 154.000 toneladas de grano de trigo, que representan un incremento de 18 por ciento con relación a la producción del invierno anterior. El aumento en la producción es debido a las mejores condiciones climáticas que se dieron para el desarrollo del cultivo.
Girasol
En 2019 se ha tenido una producción total de 150.000 toneladas, que significó un incremento de 10 por ciento con relación al anterior invierno. El aumento en la producción se debió a un incremento en el área de siembra de un 19 por ciento con relación a la campaña de invierno anterior.
Fuente: Periódico El País Tarija