Al menos 68 reses murieron en la Chiquitania. Se facturaron 16 millones de dólares por la venta de carne boliviana a China.
Por el incendio forestal que se extendió en el oriente, entre julio y octubre pasado, además del robo de reses, el sector ganadero calculó sus pérdidas en al menos 2,7 millones de dólares al cierre de 2019.
“El incendio en la Chiquitania sí afectó al sector ganadero (…). Sin querer justificar, el año pasado tuvimos una seca (sequía) muy dura en el sector chiquitano. El abigeato causó una pérdida de dos millones de dólares sólo en el departamento de Santa Cruz”, explicó el presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), Óscar Ciro Pereyra Salvatierra.
Los resultados del sector ganadero en 2019 fueron presentados ayer en la ciudad de Santa Cruz, donde los ejecutivos del sector confirmaron que el robo de ganado a escala nacional significó una pérdida de 2,7 millones de dólares, un problema al que se sumaron las sequías en el Chaco, los valles y la Chiquitania. Asimismo, el incendio forestal se cobró la vida de 68 reses.
“Tenemos que aprender de nuestras desgracias. Con los incendios que hemos vivido debemos planificar una ganadería sostenible en el tiempo, enmarcarnos en las normas de cuidado al medioambiente, ser una ganadería eficiente”, indicó Pereyra.
El mercado de exportación
“En 2019 se cumplió el sueño del sector ganadero de muchos años, que es la exportación de carne a China. Estamos exportando alrededor de 3.000 toneladas y tenemos 16 millones de dólares vendidos a China”, indicó.
Para este año, el sector tiene planeado abrir el mercado y exportar carne a Rusia, para lo que debe cumplir las normas y certificaciones sanitarias vigentes.
“Ahora falta la certificación de la vaca loca, queremos exportar a Rusia y queremos exportar a Chile; el mercado europeo es muy apetecido, llegar al mercado Japón es muy importante, pero necesitamos un sistema sanitario más sólido que el que ahora tenemos”, señaló Pereyra.
En la actualidad, el sector tiene una capacidad de exportar un excendente de 40.000 toneladas de carne, mientras que en el mercado interno el año pasado se comercializaron 200 mil toneladas del producto, valuadas en 500 millones de dólares.
Asimismo, sobre el consumo per cápita de carne, el titular de Fegasacruz afirmó que se cerró el año en 60 kilos, un volumen que mejoró pero que sigue por debajo del consumo en la región.
Por último, sobre la comercialización interna y los precios en los mercados, Pereyra sostuvo que con los controles de las autoridades no debería existir gran diferencia entre el costo del productor y el consumidor final.
“Cuando hablamos del precio de la carne para el consumidor final, no quiero echar la culpa a nadie, pero con los mecanismos de control de las alcaldías y sus intendencias no tendría por qué haber diferencias entre los que nos pagan a nosotros y lo que se le cobra al consumidor final”.
Fuente: Periódico Página Siete
