El departamento de Santa Cruz se ha afirmado en los últimos años como la locomotora de la economía boliviana, acrecentando su influencia y gravitación en la vida nacional. La economía cruceña representa casi un tercio del producto de Bolivia, y de modo tal que su desempeño es determinante para el crecimiento económico del país
La producción departamental
La variación del Producto Interno Bruto (PIB) cruceño se moderó en la gestión 2018, creciendo a una tasa de 5.8 por ciento, por debajo del 6.6 por ciento y 6.7 por ciento, registrados en 2016 y 2017, respectivamente. Con todo, su ritmo de crecimiento se ha mantenido encima del promedio nacional, como se puede apreciar en el siguiente gráfico. Entretanto, el ingreso per cápita de Santa Cruz, alcanzó los 3.663 dólares.
De las principales actividades económicas, es la Agricultura, silvicultura, caza y pesca el sector con el desempeño más dinámico, con un incremento de 8.5 por ciento en 2018, aunque inferior al 10.9 por ciento logrado el año 2017.
Entre las actividades que componen el sector Agricultura, silvicultura, caza y pesca, sobresale el comportamiento del rubro de productos pecuarios como el de mayor crecimiento en el periodo 2006-2018. La importante novedad de este período es el fuerte impulso que ha tomado la ganadería, incluso mucho más que los sectores de producción agrícola industrial.
Otros sectores como la construcción, restaurantes y hoteles, así como también las industrias manufactureras, registraron un menor dinamismo, con tasas inferiores respecto de la gestión 2017. La industria manufacturera fue impulsada principalmente por la producción de cemento, actividad ésta que por varios años ha venido creciendo a tasas muy altas. No obstante, hay que apuntar que, más recientemente, el aumento de la producción de cemento no ha ido aparejado con un ritmo similar de incremento del consumo en el departamento; por el contrario, el consumo de cemento ha tendido a estancarse e incluso a decrecer.
El otro subsector que más creció fue el de los productos de la refinación del petróleo. En contraste, el subsector textil y de prendas de vestir, ha sido el menos dinámico.
Tanto la minería como hidrocarburos, se contrajeron en 2018. La minería redujo su valor negativo pasando de -49 por ciento a -1.3 por ciento. El sector de petróleo crudo y gas natural, por su parte, decayó en 2018 en 2.2 por ciento; en 2017 este sector había experimentado un notable repunte de 37.4 por ciento.
Las exportaciones cruceñas
Desde el año 2017, las exportaciones de Santa Cruz retomaron una senda ascendente, totalizando US$ 2,023 millones. El año 2018, el total exportado subió a US$ 2,310 millones, con un aumento de 14.2 por ciento respecto del año anterior. El incremento fue tanto de productos no tradicionales como de hidrocarburos y minerales, en todos los casos con tasas superiores al 10 por ciento.
Los dos principales productos de exportación de Santa Cruz son el gas natural y la soya; ambos representan más de dos tercios del total (véase el Cuadro 1). El gas, en 2018, totalizó un valor de US$ 999.3 millones, superior en US$ 112.3 millones con relación a 2017. La soya y productos derivados, por su lado, totalizaron US$ 795.4 millones, con un incremento similar de US$ 109.9 millones. En ambos casos, estos mayores valores exportados se dieron en gran medida como efecto del alza de las cotizaciones internacionales (tanto de petróleo como de torta de soya).
El mineral de oro (el tercer producto de exportación cruceño), también se ha favorecido de unos precios más altos. La mayor incertidumbre sobre la economía mundial, incrementaron la demanda del metal, que se ha reflejado en su cotización.
El producto con mayor variación relativa en 2018 ha sido el azúcar, que aumentó su valor en casi 2,000 por ciento, después de haberse reducido en 91.5 por ciento, apenas un año antes. De esta forma, se pasó de un valor vendido de US$ 1.3 millones en 2017 a US$ 26.1 millones en 2018. La volatilidad en las ventas de azúcar al exterior, tiene mucho que ver con la intervención estatal, particularmente desde el año 2010. Un mayor control y burocracia estatal desincentivó (cuando no impidió) un mejor desempeño de este sector.
La cartera y depósitos
En el ámbito financiero, se advierte un continuo incremento tanto de la cartera como de los depósitos del público, a lo largo de la última década. No obstante, si se consideran los datos de los Bancos Múltiples y Bancos PYME en conjunto, que representan más del 90 por ciento del sistema financiero, se tiene que hasta fines del 2015 los depósitos fueron superiores a la cartera, con valores de US$ 6,514 millones y US$ 6,182 millones, respectivamente.
Ahora bien, desde el año 2016 la cartera superó a los depósitos, y la diferencia fue todavía más significativa en 2018. En términos porcentuales, el total de la cartera en la gestión 2018 creció en 13.3 por ciento, mientras que los depósitos del público lo hicieron en solo 1.3 por ciento. Esta brecha muestra que los ahorros del público en Santa Cruz no son suficientes para cubrir los créditos otorgados, lo cual sugiere que son los depósitos en el resto del país los que estarían compensando esta diferencia.
El estancamiento, e incluso disminución de los depósitos, se debería al menor dinamismo de la economía cruceña: la gente tiene menos dinero, y podría estar optando por invertir preferentemente en otros activos.
Crece el desempleo
Si bien la tasa de crecimiento del PIB cruceño fue alta y sus exportaciones se recuperaron, llama la atención la mayor tasa de desempleo urbano, y el hecho de que actividades como la construcción y la agricultura, hayan expulsado trabajo. Con todo, el último trimestre de 2017 la tasa de desempleo cruceño para el área urbana fue de 4.1 por ciento, inferior al 4.5 por ciento de Bolivia.
Ahora bien, la tasa de desempleo en Santa Cruz aumentó hasta el 4.6 por ciento para el cuarto trimestre de 2018 situándose por encima del promedio nacional, y moviéndose en sentido contrario. Lo que significa que, en el último año, en el resto del país se generó más empleo que en Santa Cruz. He aquí otra señal de una pérdida relativa de dinamismo en el departamento.