Austria prohíbe uso de glifosato

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El herbicida más usado en el mundo hasta hoy, el glifosato, acumula ya varias sentencias en Estados Unidos, en las que los tribunales de este país han considerado a esta sustancia como causante directo del cáncer y eso ha sido suficiente para que el parlamento de Austria haya decidido desterrar su uso, según abc.es.

 

A propuesta de una moción presentada por el Partido Socialdemócrata Austríaco (SPÖ) y en aras del “principio de prevención”, recibió el respaldo del partido ultraderechista FPÖ, de los liberales Neos y de la lista progresista Jetzt. Solamente el Partido Popular ÖVP votó en contra.

Austria se convierte así en el primer país de la Unión Europea que prohíbe la utilización a nivel nacional del controvertido herbicida en la agricultura, una decisión que supone un nuevo golpe para la empresa alemana Bayer, matriz de la estadounidense Monsanto que patenta la fórmula, señala el artículo de Rosalía Sánchez de ABC.es.

Los populares austriacos calificaron la iniciativa como “populista” y “una bofetada para todos los agricultores que usan esta sustancia de forma correcta”, mientras la organización medioambiental Greenpeace calificó el resultado de la votación como “éxito histórico”.

“La evidencia científica de un efecto cancerígeno del herbicida es irrefutable, por lo tanto, estamos solicitando una prohibición total del glifosato en aras del bien común”, defendió en la sesión parlamentaria la líder del SPÖ Pamela Rendi-Wagner.

NORMATIVA COMUNITARIA

Legalmente, el unilateralismo nacional es controvertido porque la prohibición podría violar la legislación de la UE. La Ordenanza de Protección de Plantas de la UE autoriza el uso de glifosato hasta finales de 2022. Los estados miembros individuales pueden imponer una prohibición de sustancias activas aprobadas solo en casos excepcionales.

Ahora el balón está en la Comisión Europea, que ha prometido la posibilidad de prohibiciones nacionales y podría dar lugar a un encadenamiento de decisiones en el continente.

En Estados Unidos, el herbicida se comercializa desde la década de 1970 con la marca Roundup y Monsanto, que ha sido allí condenada a pagar indemnizaciones multimillonarias tras varios juicios.

En Alemania, la canciller Angela Merkel anunció la semana pasada que el gobierno federal decidirá sobre una posible prohibición en septiembre a más tardar. Ya quedó fijada en el acuerdo de la gran coalición con los socialdemócratas del SPD una estrategia para una salida rápida, después de que, en marzo de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), publicase un informe afirmando que sus efectos en los seres humanos son «probablemente carcinógenos».

Otros institutos, incluido el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR) en Alemania y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa), clasifican al glifosato como un riesgo agudo para la salud.

“VENENO”
En mayo de 2016, sin embargo, un panel de expertos de la Organización Mundial de la Salud llegó a la conclusión de que “el glifosato no es cancerígeno”, aunque ese equipo fue objeto después de reiteradas denuncias de que los investigadores que participaron en las evaluaciones pertenecían a una red financiada por fabricantes de productos fitosanitarios.

“Es simplemente un veneno, un veneno peligrosos que corresponde a una agricultura de la vieja mentalidad, que permitía el envenenamiento del terreno para ser más productivos, pero eso ya no puede seguir siendo así”, justificó su voto Wolfgang Zinggl, de Neos.

 

Fuente: Periódico El Diario