Bovifiv logra la primera fecundación in vitro en Cochabamba

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Es fruto de semen congelado, enviado desde Estados Unidos, de un toro donante Angus y el óvulo de una vaca gyr, de Santa Cruz. El embrión producto de esta fecundación fue transferido a Lucy, una vaca Holstein, de Paracaya, que hizo de “vientre de alquiler”. Y aunque la vaca alimenta al crío con todo el celo de una madre es fácil advertir que no tienen nada en común. Lucy presenta las típicas manchas negras y blancas, e Isidro es colorado y cuando crezca tendrá la característica joroba de los cebúes

 

El autor de esta proeza es el laboratorio Bovifiv (Fecundación in vitro en bovinos), propiedad del médico genetista Bladimir Córdova. Además, intervinieron en este logro los médicos Nathalie Quintín, como veterinaria, y Rogelio Roque, propietario de la granja y aliado estratégico del laboratorio. Ellos buscan demostrar a los productores de Cochabamba las ventajas de la técnica.

De hecho, si bien Isidro es el primer ejemplar, la granja tiene al menos otras 20 vacas preñadas con este mismo procedimiento, lo que sugiere que se entra en una nueva era en la genética bovina

La técnica consiste en el aspirado de óvulos (mediante ecógrafos y bombas al vacío) de una vaca genéticamente superior y la fecundación de estos con semen congelado que se compra en el exterior. El nuevo embrión es madurado durante seis a ocho días en una incubadora del laboratorio, y se lo transfiere a una vaca receptora o nodriza, preseleccionada (por su salud y resistencia), que ha sido sincronizada y a la que se la ha inducido para entrar en celo, mediante hormonas.

 

Según explica Córdova, su técnica permitirá a los ganaderos incrementar su producción, puesto que se puede tener buenos ejemplares. Lucy, la madre adoptiva de Isidro, es una Holstein que produce 10 litros de leche por día, pero la donante gyr y otras vacas Holstein reservadas para este práctica generan hasta 60 litros diarios. Un lechero gastaría sólo en una vaca lo que actualmente invierte para cinco. Si Isidro hubiese sido hembra y después de tres años de criarse con las atenciones debidas, también produciría esos 60 litros de leche.

 

Este detalle de hembras y machos se espera subsanar con las siguientes fecundaciones en las que se utilizará semen sexado, que ofrece un 90 por ciento de posibilidades de que el crío sea hembra.

 

Según explica Córdova, la diferencia con una inseminación habitual con semen congelado (que se insemina directamente a la vaca), es que esta última técnica sólo mejora la raza por vía paterna. En cambio con la fecundación in vitro se mejora por ambas partes. En el campo lechero, esto tiene alta importancia por la producción lechera que se espera. Además, se pueden tener hasta 100 terneros al año, de una sola vaca donante y diferentes receptoras.

 

Según explica Córdova, el gran desafío ahora es cambiar la mentalidad de los productores lecheros para innovar con esta técnica, con la que garantiza un 97 por ciento de éxito. Se cobra 300 dólares por caso, que se pagan a los 60 días de confirmarse el éxito del embarazo de la vaca.

IN VITRO, UNA OFERTA Y UN DESAFÍO EN COCHABAMBA

Se trata de la primera fecundación in vitro en Cochabamba en vacas. Según Córdova, se probaron otras técnicas, como la superovulación o lavado, pero con escaso éxito.

 

Una razón para la demora de la fecundación in vitro es el alto costo de implementar un laboratorio (entre 200 mil y 300 mil dólares) y el reto de recuperar las inversiones en Cochabamba.

 

En Santa Cruz, en cambio, esta técnica lleva ya unos 15 años con otros tres laboratorios asentados en este departamento. De hecho, en la región oriental, hay mucha más oportunidad de lograr mercado.

 

UNA PREPARACIÓN DE CASI TRES AÑOS

Bovifiv es un laboratorio instalado en Cochabamba hace un año, pero la importación de equipos e instalación demandó al menos dos años y medio previos.

 

El propietario, Bladimir Córdova, es licenciado de la UMSS, y continuó estudios de maestría y doctorado en genética en España, donde vivió 12 años, además de hacer investigaciones.

 

Bovifiv apunta al hato lechero del valle alto, zona sur de Cochabamba y valle bajo. También tiene contratos en Beni y en Chapare.

 

El costo es de 300 dólares y se cobra a los 60 días de confirmarse el embarazo.

 

Fuente: Los Tiempos