Un proyecto de cooperación internacional que se presenta hoy en La Paz contribuirá en Bolivia y Perú a combatir las sequías consecuencia del cambio climático, para mitigar sus efectos especialmente en el sector agropecuario.
Los servicios nacionales de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de ambos países colaboran en esta iniciativa con financiación de la Unión Europea y apoyo de cooperación internacional de España, Francia y Suiza, según datos de sus promotores.
«Información, gobernanza y acción para la reducción del riesgo de sequías en Perú y Bolivia en un contexto de cambio climático» es el programa previsto durante 30 meses con un presupuesto de algo más de 1,6 millones de dólares.
El trabajo estará encaminado a los análisis de suelo, de agua y de agroquímicos, además de implementar una base de datos y un mapeo de la situación de los suelos destinados a la agricultura en la región, explicó el funcionario municipal.
El proyecto enmarcado en el programa europeo Euroclima+ Gestión del Riesgo busca reducir el riesgo de pérdidas agropecuarias por la sequía en los municipios bolivianos de Achacachi, Calacoto y Sica Sica y en Perú en distritos de las provincias de Huancané, El Collao y Puno, según datos del Gobierno boliviano y la Unión Europea.
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), y Helvetas, una organización para el desarrollo con sede en Suiza, colaboran en la gestión.El Centro de Estudios y Prevención de Desastres de Perú (Predes) participa igualmente.
Bolivia registró entre finales de 2016 e inicios de 2017 la considerada como la peor sequía en 25 años, que afectó en especial a zonas de la región de La Paz, a la que pertenecen los municipios incluidos en el proyecto, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua de Bolivia y de la UE.
En Perú, en 2016 se declaró emergencia por déficit de agua para la agricultura en ocho regiones del país, con Puno entre las más afectadas.
El proyecto pretende incrementar la capacidad de prevención y respuesta frente a la sequía en un contexto de cambio climático, tanto entre los gobiernos nacional y local como entre actores sociales y las poblaciones de territorios beneficiarios en el campo del altiplano en ambos países.
Fuente: La Prensa