En 2018, Bolivia produjo 1,2 millones de toneladas (t) de soya, de las cuales el 80% se comercializó en el mercado externo por más de $us 1.000 millones, informó ayer el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Marcelo Pantoja.
El dirigente hizo esas declaraciones luego de emitir —junto con representantes de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (Cappo) y de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Productores Agropecuarios de las Cuatro Provincias del Norte de Santa Cruz (FSUTCPA 4 PN)— un voto resolutivo a favor del uso de biotecnología para aumentar la producción del grano.
El pronunciamiento se efectivizó en predios de Anapo de la ciudad de Santa Cruz.
En la oportunidad, Pantoja resaltó que el sector agrícola vive una época de repunte productivo y económico porque en 2018 contribuyó con el 7% de ingresos al Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia.
El campo y la agricultura es un potencial de divisas fundamentales para la economía boliviana. El año pasado, nuestro sector creció algo más del 7% y eso hizo que el PIB se incremente y mueva la economía nacional para adelante”, destacó el titular de Anapo.
En ese contexto, aseveró que Bolivia dejó de depender económicamente de las exportaciones de hidrocarburos y la minería, que el año pasado tuvieron un crecimiento bajo (2%), por lo que la agricultura se convertirá en los siguientes años en el principal motor del desarrollo del país.
Enfatizó en que los agricultores pueden aumentar su producción con el apoyo del Gobierno.
Fuente: Periódico Cambio