La soya, el grano ‘estrella’ de la producción agrícola de Santa Cruz, está herida de muerte en campos de la zona este. La sequía, hoy por hoy el peor enemigo de los agricultores, castiga y deja efectos insalvables en la producción de ese grano. El déficit hídrico también pasa factura a sembradíos de maíz y de sorgo.
“En las condiciones actuales, ausencia prolongada de lluvias en sembradíos y resistencia al uso de semillas biotecnológicas tolerante a la sequía, la agricultura en Santa Cruz es insostenible”. Así, con ese desánimo, el brasileño Jucelio Rodrigues da Silva, gerente de Agropecuaria San Carlos, contextualizó el implacable efecto de la sequía en las 1.450 hectáreas que comprende la propiedad.
Sacó del suelo una planta de soya y cuando partió una de las vainas el lamento fue mayor. “La falta de lluvia en la germinación del grano y formación de la vaina fue letal. No hay granos y si los hay el tamaño es diminuto. En esas condiciones la industria lo rechaza y pagó poco”, exclamó Da Silva, al estimar una merma en la producción de granos de 2,9 a 1,2 toneladas por hectárea.
Fuente: Anapo