Estas vacas genéticamente modificadas para expulsar menos eructos y pedos podrían reducir un 50% las emisiones de metano
La producción de vacas modificadas genéticamente para que expulsen menos eructos y pedos podría tener importantes efectos en el cambio climático. Según los científicos, esto ayudaría a reducir las emisiones de metano en un 50% y mitigaría en gran parte el calentamiento del planeta.
El metano es un gas de efecto invernadero relativamente más potente que el dióxido de carbono. Es liberado con la descomposición de material biológico, por ejemplo, durante el proceso digestivo de una vaca. Si bien la quema de combustibles fósiles es, por mucho, la acción que más contribuye al cambio climático antropogénico, el metano de la industria agrícola también genera un impacto importante, y esto tiene que ver principalmente con la liberación de gases del ganado.
Antes de esto, los científicos habían planteado distintas formas de reducir las emisiones producidas por el ganado, como introducir cambios en la alimentación de los animales. Sin embargo, es poco probable que esto haga una gran diferencia en cuanto al clima se refiere.
“El 90% del metano producido por las vacas es de eructos”
En una investigación publicada por Science Advances, un equipo de científicos detectó un conjunto de microbios intestinales genéticamente heredados capaces de regular la cantidad de metano que produce una vaca. Con el hallazgo de estos microorganismos, los expertos podrían encontrar la forma de modificarlos para que la vaca produzca mucho menos metano.
El equipo analizó más de 1.000 vacas lecheras del Reino Unido, Italia, Suecia e Italia. Se observó las variaciones entre los genes antes de identificar un microbioma central presente en la mitad de los animales. Enseguida los especialistas utilizaron un algoritmo informático para predecir las emisiones de metano en función de la composición del microbioma.
De acuerdo con sus hallazgos, los científicos creen que las vacas podrían ser criadas de manera selectiva para producir menos metano. Esto implica encontrar los prototipos de vaca que produzcan la menor cantidad del gas y omitir los de mayor emisión. Con este proceso, el metano podría reducirse en un 50%.
Fuente: Grandes Medios