En el marco de la segunda versión de la Expoagro 2025, el Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT) presento un nuevo inoculante desarrollado por sus especialistas, destacándose por su versatilidad: puede ser aplicado tanto en gramíneas como en leguminosas. Esta innovación representa un avance significativo en la biofertilización, promoviendo una mayor eficiencia en el uso de nutrientes y una agricultura más sostenible.
Además del inoculante, el CIAT expone los resultados de campo de sus variedades mejoradas de trigo, cuyos datos de rendimiento, adaptación y sanidad vegetal refuerzan el potencial de estos materiales para contribuir a la seguridad alimentaria y la productividad agrícola en diversas regiones del país. La presencia del centro en la feria refleja su compromiso con la investigación aplicada y su permanente apoyo al productor boliviano a través de soluciones tecnológicas adaptadas al contexto nacional.
«En el mercado a nivel nacional han repuntado dos variedades de trigo, amén de la Motacú, que es la que el 75 % de los productores prefieren. Nos han pedido y ha habido una demanda de la Penoco y la Jarajorechi, que ha dado muy buenos resultados, además, y por eso se ha sembrado bastante en esta campaña de invierno”
“En el mercado a nivel nacional han repuntado dos variedades de trigo, amén de la Motacú, que es la que el 75 % de los productores prefieren. Nos han pedido y ha habido una demanda de la Penoco y la Jarajorechi, que ha dado muy buenos resultados, además, y por eso se ha sembrado bastante en esta campaña de invierno”, explicó Héctor Sandoval, director del CIAT, a tiempo de destacar las particularidades de ambas variedades, indicando que una es de ciclo corto y la otra de período más largo.
En cuanto a rendimiento, estas variedades se sitúan entre 2.5 y 2.8 toneladas por hectárea, lo que las convierte en una opción viable y productiva para los agricultores bolivianos. Respecto al inoculante, Sandoval detalló que se trata del N2-AZBR, una formulación líquida que, si bien fue lanzada anteriormente, ahora ya muestra resultados concretos en campo. “Por sus condiciones líquidas tiene un mejor desempeño que el sólido”, señaló, remarcando su potencial para mejorar la eficiencia del cultivo sin comprometer la sustentabilidad.
Con este conjunto de propuestas, el CIAT refuerza su rol como generador de innovación tecnológica en el agro boliviano, contribuyendo a una agricultura más rentable, resiliente y alineada con los desafíos del cambio climático.
Fuente: Hector Sandoval
Redacción: Publiagro
