Considerada como «la carne del futuro», el búfalo representa una gran oportunidad para la diversificación y el fortalecimiento de la ganadería en Bolivia. Una de sus principales ventajas, según destacan los expertos, es su capacidad de adaptación a condiciones donde otros animales no logran desarrollarse. «El búfalo es un animal que produce donde otros animales no producen», resalta Francisco Javier González, coordinador del XI Simposio de Búfalos de América y Europa. Además, subraya que esta especie demuestra una notable resiliencia frente a distintos tipos de climas y terrenos, lo cual se refleja en el hecho de que ya existe producción de búfalos en siete de los nueve departamentos del país.

González enfatiza que los principales centros de producción bubalina en Bolivia se encuentran en los departamentos de Santa Cruz y Beni, regiones que han sabido aprovechar las características naturales de sus suelos y climas para impulsar el crecimiento de esta actividad. En cuanto a las cualidades de la carne de búfalo, el especialista señala sus notables beneficios para la salud: «Las ventajas saludables de la carne de búfalo es que tiene menos grasas y su carne es igual de saludable e igualmente sabrosa».

En el ámbito genético, en Bolivia destacan tres razas principales de búfalos, utilizadas para cruzamientos estratégicos: la Jafarabadi, la Mediterránea y la Murrah. Cada una posee características particulares, siendo su diferencia más visible la forma de los cuernos, pero también se distinguen por su orientación productiva. «Obviamente cada raza tiene su especialidad, hay razas que son más de carne y otras que son más lecheras», explica González. Por ejemplo, la raza Murrah es reconocida mundialmente por su alta producción de leche, mientras que la Jafarabadi tiene un fuerte potencial cárnico.

“Hay búfalas que tienen hasta 20 años y es una máquina de hacer bubillos»

Una de las grandes ventajas productivas de las búfalas es su longevidad y capacidad reproductiva. A diferencia de otras especies ganaderas, las búfalas pueden tener una vida productiva extendida. «Hay búfalas que tienen hasta 20 años y es una máquina de hacer bubillos», comenta González, destacando que este atributo representa un importante ahorro y eficiencia para los productores.

Finalmente, González expresó su admiración por el comportamiento de estos animales: «Yo estoy sorprendido con la mansedumbre de las búfalas y algo que hay que tener en cuenta es que, si el búfalo y la búfala se manejan es otro mundo, las búfalas son muy tranquilas; incluso recién paridas se pueden observar de cerca junto a su cría y no son agresivas». Esta característica de docilidad facilita el manejo en campo, reduciendo riesgos para los trabajadores y mejorando la eficiencia de las labores de cría y producción.

En Bolivia, el sector bubalino continúa creciendo con fuerza, y eventos como el XI Simposio de Búfalos de América y Europa son claves para fortalecer el conocimiento técnico, promover la inversión en genética de calidad y consolidar al búfalo como un pilar de la ganadería sostenible en el país.

Fuente: Francisco Javier González
Redacción: Publiagro