El establecimiento adecuado de pasturas es un factor crucial para garantizar una producción ganadera eficiente y rentable. Las semillas, como insumo para establecer nuevas pasturas, representan solo el 15% del costo total, pero el 100% de la inversión en el proceso. José Silvio do Santos, director ejecutivo de la empresa Genesur y Fazu Brasil, subraya que si no se le dedica la atención necesaria a este aspecto, el ganado no tendrá suficiente alimento, lo que afectará directamente la productividad.

Según do Santos, el proceso debe comenzar con la elección correcta de la variedad y especie adecuada para el terreno. Además, es fundamental considerar la capacidad de esa especie para soportar las condiciones del suelo, su resistencia a la sequedad y la actividad ganadera que se realizará en ese terreno.

Do Santos explica que, por ejemplo, si el terreno es utilizado para una actividad ganadera de leche, debe seleccionarse una especie de pasto adecuada al ganado lechero. Lo mismo aplica para la cría de terneros, recría o reserva; en cada caso, se utilizará una variedad diferente de pasto.

«Es importante que el agricultor tenga una buena asesoría técnica para que pueda hacer un establecimiento adecuado con una buena semilla, sembrar la cantidad correcta para que el pasto se establezca y tenga muy buena productividad», comentó.

Los beneficios del manejo adecuado de las pasturas son evidentes, ya que todos los pastos están adaptados para una cantidad específica de ganado y un horario determinado de pastoreo. El momento de ingreso y salida de los animales del potrero es clave para maximizar la productividad del pasto. Do Santos resalta que cada especie tiene una altura ideal para que los animales puedan ser introducidos en el pasto sin comprometer su calidad.

«No pasarse del punto en que deben comer el ganado para no perder la calidad de la pastura», es esencial, ya que el sobrepastoreo puede llevar a una pérdida de nutrientes en el pasto. Además, si los animales comen hasta la raíz, esto puede sacar los carbohidratos vitales de la planta, lo que puede provocar la muerte del pasto, y como consecuencia, la degradación y compactación del suelo.

«Es importante que el agricultor tenga una buena asesoría técnica para que pueda hacer un establecimiento adecuado con una buena semilla, sembrar la cantidad correcta para que el pasto se establezca y tenga muy buena productividad»

“Un manejo inicial siempre va a ser fundamental porque muchos ganaderos no tienen conocimiento que no se debe semillar un pasto, porque cuando el pasto semilla o suelta la semilla, la capacidad proteica de la planta disminuye mucho y eso le va disminuir la cantidad de gramos de carne que va ganar por día”, añadió.

La altura ideal para meter ganado

En el pasto es fundamental mantener un equilibrio entre la salud de la planta y la productividad del ganado. Cada planta necesita una cantidad adecuada de carbohidratos para formar nuevas hojas, y si se utiliza la energía de las hojas para la fotosíntesis, puede consumir los carbohidratos de la raíz. Si el pasto se corta demasiado bajo, no podrá reproducirse eficazmente, lo que reducirá su capacidad para resistir la sequía o las lluvias. El manejo adecuado consiste en meter el ganado de 10 a 15 días en el potrero y luego retirarlo para permitir que el pasto recupere su crecimiento y continúe siendo productivo.

La cobertura del suelo es otro aspecto crucial

En la gestión de pasturas, especialmente para mantener la productividad de los cultivos principales en Bolivia, como el maíz y la soya. «Si yo no hago cobertura y expongo la planta a un sol fuerte, va a comenzar a generar daños en esa planta y esa planta tendrá aborto de flores con producción de menor base y productividad», explicó do Santos. La cobertura del suelo también es esencial para protegerlo de las malezas, mejorar la unidad de la planta y estructurar el suelo adecuadamente.

Además, la cobertura del suelo aumenta la cantidad de materia orgánica, lo que mejora la productividad de las pasturas y cultivos. En Bolivia, donde los suelos tienen alta calidad química pero menor calidad física, es aún más necesario realizar una cobertura adecuada para evitar que las plantas sufran debido a la exposición excesiva al sol y la erosión del suelo.

Los cultivos mixtos o asociados

Las Brachiarias, ofrecen ventajas adicionales, ya que proporcionan una buena cobertura del suelo. La raíz de la Brachiaria tiene la capacidad de descompactar el suelo en un 55%, lo que mejora significativamente la estructura del terreno, favorece la penetración del agua y aumenta la capacidad de la planta para resistir la sequía.

«Es mucho mejor una descompactación natural de una planta que un aparato físico», resaltó do Santos, al explicar cómo este proceso mejora la erosión del suelo y el rendimiento de las plantas, evitando abortos y promoviendo un crecimiento saludable.

Fuente: Silvio do Santos
Redacción: Publiagro