En las zonas de Peta Grande, San Pedro y en propiedades como El Guineal y Las Londras, los cultivos de soya han quedado completamente sumergidos por las fuertes lluvias y el desbordamiento de los ríos, lo que ha dejado a los productores en una situación desesperante. Según Juan Pablo Epinosa, presidente de la filial norte de San Pedro, los productores estaban recién iniciando la cosecha en algunas áreas, mientras que en otras ya se había planeado aplicar secantes para acelerar el proceso de recolección. Sin embargo, las lluvias intensas y la subida de los ríos han hecho imposible el acceso a los campos.

«Estábamos apenas con un 2% de avance en la cosecha, recién estábamos comenzando cuando el río se nos entró a nuestra soya. Ahora solo podemos, con maquinaria pesada y retroexcavadoras, tapar esos boquetes del río que han abierto. Son por lo menos unas diez retroexcavadoras las que estamos utilizando para tratar de salvar nuestra soya», explicó Epinoza, quien destacó el esfuerzo titánico que están realizando para mitigar los efectos de la inundación.

«Estábamos apenas con un 2% de avance en la cosecha, recién estábamos comenzando cuando el río se nos entró a nuestra soya. Ahora solo podemos, con maquinaria pesada y retroexcavadoras, tapar esos boquetes del río que han abierto. Son por lo menos unas diez retroexcavadoras las que estamos utilizando para tratar de salvar nuestra soya»

En la zona de Peta Grande, se reportan alrededor de 10,000 hectáreas inundadas, pero si se toma en cuenta toda la región cercana al río Grande, la cifra asciende a unas 70,000 hectáreas de soya bajo el agua. Este desastre natural ha golpeado duramente a los productores, que están haciendo lo posible para salvar la cosecha y evitar una pérdida total de su inversión en los cultivos de soya.

La situación, sin embargo, sigue siendo crítica, ya que el avance en la cosecha está completamente detenido debido a la imposibilidad de acceder a las parcelas afectadas. La inundación no solo ha generado una gran pérdida económica, sino también un desafío logístico para la agricultura en la región, que depende de la cosecha de soya en esta campaña de verano que es la más grande.

Fuente: Juan Pablo Espinoza
Redacción: Publiagro