La gestión del riesgo de micotoxinas en los pollos es un aspecto fundamental para garantizar la salud, el rendimiento y la inmunidad de las aves. Este proceso implica la implementación de medidas para evitar que las micotoxinas contaminen los alimentos destinados a las aves y, al mismo tiempo, tratar a los animales que ya han sido afectados.
Según Chritiani Matias, gerente técnico, existen errores comunes en la gestión de micotoxinas que afectan la eficacia de las estrategias de control. Entre los más frecuentes se encuentran fallos en la preparación de los análisis, los muestreos y la selección de los métodos analíticos adecuados.
«Tenemos algunos análisis que han evolucionado a lo largo de los años y las principales son las pruebas de Elisa, HPLC y espectro 380».
Para gestionar eficazmente el riesgo de micotoxinas en los pollos, se recomiendan las siguientes acciones:
- Realizar análisis regulares de micotoxinas tanto en los alimentos como en sus ingredientes.
- Implementar buenas prácticas de cultivo y almacenamiento para prevenir la contaminación de granos.
- Utilizar productos absorbentes de micotoxinas que impidan su llegada al torrente sanguíneo de los animales.
- Mejorar la alimentación de los pollos con suplementos de vitaminas, minerales y proteínas.
- Corregir prácticas de manejo deficientes, asegurando condiciones óptimas para el cuidado de las aves.
- Reducir el estrés en los animales, ya que este factor puede agravar los efectos de las micotoxinas.
«Tenemos algunos análisis que han evolucionado a lo largo de los años y las principales son las pruebas de Elisa, HPLC y espectro 380»
Predicción de las micotoxinas
Matia explica que la predicción del riesgo de micotoxinas se basa en datos meteorológicos, características del cultivo y condiciones ambientales.
Este enfoque permite a los productores estimar la cantidad de micotoxinas que podría estar presente en los alimentos en los próximos meses, facilitando una planificación anticipada para mitigar sus efectos.
Efectos de las micotoxinas
Las micotoxinas representan un riesgo significativo tanto para la salud humana como animal. Estos compuestos químicos son producidos de forma natural en el metabolismo secundario de ciertos géneros de hongos. Los efectos pueden variar, pero los más preocupantes son los subclínicos, que suelen pasar desapercibidos pero tienen un impacto grave en la salud de los animales.
Las micotoxinas pueden reducir la efectividad de las vacunas al disminuir la producción de anticuerpos, comprometiendo la respuesta inmunitaria de las aves. Los síntomas agudos en animales incluyen daño en el hígado, bazo y riñón, además de toxicidad para el sistema inmunitario, lo que afecta severamente su rendimiento y bienestar.
La Biotransformación
Una de las estrategias más prometedoras para combatir las micotoxinas es la biotransformación, un proceso en el que se utilizan enzimas convencionales para degradar las micotoxinas en metabolitos no tóxicos.
«Ayuda a que no tenga más toxicidad y esto generará que no hayan los signos clínicos que se presentan normalmente con la presencia de micotoxinas», resalta.
La biotransformación es una herramienta clave para minimizar los riesgos asociados a las micotoxinas, permitiendo una mejor salud y rendimiento de los animales, y fortaleciendo la sostenibilidad de las prácticas avícolas.
Fuente: Christiani Matías
Redacción: Publiagro