En los sistemas silvopastoriles, los pastos desempeñan un papel fundamental al proporcionar los nutrientes esenciales para el crecimiento y la producción del ganado. Estos sistemas, que integran árboles, pasturas y animales en una misma área, buscan mejorar la productividad y sostenibilidad del suelo. Los pastos mejorados, a diferencia de los nativos, producen mayor cantidad de forraje y de mejor calidad, lo que beneficia tanto al ganado como al medio ambiente. Además, su manejo adecuado contribuye a mantener o mejorar la fertilidad del suelo, un aspecto clave en la producción ganadera sostenible.
La Hacienda Patiño es un ejemplo destacado de la implementación de un sistema silvopastoril bien manejado. En este lugar, los encargados trabajan con su propio alimento compuesto por pasturas y leguminosas seleccionadas y cuidadas con esmero para optimizar los resultados productivos.
Alejandro Arispe, coordinador técnico de la Hacienda Patiño, explicó que en la hacienda se utilizan dos tipos principales de pasturas: las gramíneas y las leguminosas. Ambas desempeñan funciones específicas en la alimentación del ganado y en la mejora del suelo, lo que permite obtener un sistema más equilibrado y eficiente.
Gramíneas: pastos mejorados para una mayor producción
Entre las gramíneas utilizadas en la Hacienda Patiño, Arispe destacó tres tipos que han demostrado excelentes resultados en las condiciones particulares del suelo de la zona:
Pasto Mombaza
Este es un pasto de porte alto que se caracteriza por su elevada producción de biomasa. Es muy valorado por su capacidad para ofrecer grandes volúmenes de forraje, lo que lo convierte en una opción ideal para alimentar al ganado en sistemas intensivos.
Pasto Decumbens
Otra gramínea importante en la hacienda es el pasto decumbens, que ha mostrado adaptarse bien a los suelos arenosos característicos del lugar. «Los suelos de la Hacienda Patiño son arenosos, por lo que necesitamos pastos que puedan soportar esas condiciones», explicó Arispe. Añadió que esta variedad también se ha desarrollado bien incluso bajo la sombra de los árboles nativos presentes en la hacienda.
Gatton Panic
El tercer pasto que ha dado excelentes resultados es el Gatton panic, una gramínea que destaca por su crecimiento uniforme incluso en condiciones de sombra. Este aspecto es fundamental en un sistema silvopastoril, donde los árboles nativos proporcionan sombra al ganado y a las pasturas.
«Usar leguminosas también es clave para mejorar la estructura del suelo, ya que aportan nitrógeno a las gramíneas y ayudan a cubrir mejor el terreno, evitando la proliferación de hierbas indeseables»
Leguminosas: un aporte clave de proteínas y nitrógeno
Además de las gramíneas, Arispe enfatizó la importancia de combinar las pasturas con leguminosas para obtener un sistema más completo y beneficioso tanto para el ganado como para el suelo. En la Hacienda Patiño, se trabaja con pasturas polifíticas, es decir, mezclas de gramíneas y leguminosas, para aprovechar las ventajas que ofrece cada tipo de planta.
«Tenemos leguminosas como Glycine, Calopogonium y Stylosanthes, porque las leguminosas aportan la mayor cantidad de proteínas al ganado», explicó Arispe. Estas plantas no solo mejoran la calidad del forraje, sino que también contribuyen a la salud del suelo.
Las leguminosas tienen la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, lo que beneficia a las gramíneas al proporcionarles este nutriente esencial de manera natural. Además, ayudan a cubrir mejor el suelo, lo que reduce la presencia de hierbas no deseadas que compiten por los recursos y disminuyen la productividad del sistema.
«Usar leguminosas también es clave para mejorar la estructura del suelo, ya que aportan nitrógeno a las gramíneas y ayudan a cubrir mejor el terreno, evitando la proliferación de hierbas indeseables», agregó Arispe.
El equilibrio clave para la producción sostenible
El enfoque de la Hacienda Patiño se centra en el manejo eficiente de las pasturas y leguminosas para obtener un sistema silvopastoril equilibrado, que maximice la producción de forraje y mantenga la salud del suelo a largo plazo.
La integración de gramíneas y leguminosas no solo garantiza una alimentación de calidad para el ganado, sino que también contribuye a la sostenibilidad del ecosistema en general, promoviendo un uso más eficiente de los recursos naturales y una mayor resiliencia ante condiciones adversas.
Con este sistema, la Hacienda Patiño se posiciona como un referente en el manejo silvopastoril en Bolivia, demostrando que es posible combinar productividad y sostenibilidad en la actividad ganadera.
Fuente: Alejandro Arispe
Redacción: Publiagro