El correcto manejo de los pollitos parrilleros durante los primeros días de vida es un factor determinante para garantizar un desarrollo saludable y maximizar el rendimiento productivo. Según el médico veterinario Jorge Plaza, esta etapa inicial es crucial, ya que en los primeros siete días de vida ocurre el mayor incremento de peso y desarrollo del sistema inmunológico del ave.

“Durante la primera semana se recomienda un fotoperiodo de 23 horas y una intensidad de luz de 30 a 40 lux. Es fundamental que los pollitos aumenten su peso corporal entre 4.2 y 4.5 veces durante los primeros siete días. Este periodo marca el máximo aumento de peso del intestino y representa el 70% de la respuesta inmunitaria, por lo que la salud intestinal debe ser prioritaria”, explicó Plaza.

Condiciones de confort y manejo del ambiente

Uno de los aspectos esenciales para el buen manejo de los pollitos es garantizar un ambiente de confort, que permita a las aves acceder fácilmente al agua y al alimento desde el momento en que ingresan al galpón. Plaza señala que mantener una temperatura adecuada es vital, especialmente en los primeros días, ya que los pollitos no pueden regular su temperatura corporal por sí mismos.

“El pollito no puede regular su temperatura corporal en los primeros días, por lo tanto, hay que proveerles el calor necesario para que se mantengan cómodos y activos. Si los pollitos sienten frío, se amontonan, comen menos y esto afecta su desarrollo”, señaló.

Para asegurar un entorno óptimo, el productor debe verificar constantemente la temperatura del galpón, la humedad y la ventilación, evitando corrientes de aire y fluctuaciones bruscas de temperatura que puedan afectar la salud de los pollitos.

La importancia del saco vitelino en los primeros días de vida

El saco vitelino es una estructura clave en los pollitos recién nacidos, ya que les proporciona nutrientes esenciales durante sus primeras horas y días de vida. Esta bolsa, que contiene principalmente grasas y proteínas, es absorbida durante el desarrollo embrionario y continúa desempeñando funciones importantes incluso después del nacimiento.

Funciones del saco vitelino

Fuente de energía y nutrientes:
El saco vitelino proporciona la energía, proteínas, grasas, vitaminas y minerales que el pollito necesita para sobrevivir sin consumir alimento externo durante sus primeras 24 a 72 horas de vida.

Sistema inmunológico:
Contiene anticuerpos maternos que protegen al pollito contra enfermedades en sus primeros días, antes de que desarrolle su propio sistema inmunológico.

Hidratación:
Proporciona líquidos que ayudan a mantener al pollito hidratado antes de que comience a beber agua por sí mismo.

Maduración de órganos:
A medida que el saco vitelino se absorbe, los órganos internos del pollito, como el tracto digestivo, el hígado y los riñones, terminan de madurar, preparándolos para procesar alimentos externos.

“El alimento inicial debe cubrir absolutamente todos los requerimientos nutricionales del pollito y contar con una granulometría adecuada para facilitar su consumo. Si el alimento no es fácilmente accesible o no es apetecible, el pollito comerá menos, lo que impactará negativamente en su crecimiento y rendimiento”

Alimentación de los pollitos BB, clave para un buen inicio

La alimentación adecuada del pollito recién nacido (BB) es otro factor fundamental para asegurar un buen inicio en su desarrollo. Jorge Plaza destaca que el alimento proporcionado durante los primeros días representa aproximadamente el 6% del consumo total que tendrá el ave en toda su vida, por lo que debe ser de la mejor calidad posible.

“El alimento inicial debe cubrir absolutamente todos los requerimientos nutricionales del pollito y contar con una granulometría adecuada para facilitar su consumo. Si el alimento no es fácilmente accesible o no es apetecible, el pollito comerá menos, lo que impactará negativamente en su crecimiento y rendimiento”, explicó el experto.

Una buena alimentación durante esta etapa temprana tiene un impacto directo en el desarrollo del sistema digestivo y la conversión alimenticia del pollito. Esto implica que, si el manejo inicial es adecuado, las aves podrán alcanzar un mayor peso y una mejor calidad en menor tiempo.

Buenas prácticas para el manejo inicial

Además de garantizar una alimentación de calidad y un ambiente confortable, es fundamental aplicar buenas prácticas en el manejo de los pollitos parrilleros durante su primera semana. Entre las principales recomendaciones destacan:

No sobrepoblar los galpones: Asegurar que las aves tengan suficiente espacio para moverse, comer y beber sin competencia.

Mantener una limpieza constante: La higiene es fundamental para evitar enfermedades, especialmente en las primeras semanas de vida.

Controlar el estrés: Evitar situaciones que puedan generar estrés en las aves, como ruidos fuertes, cambios bruscos de temperatura o manejo inadecuado.

Monitoreo constante: Observar el comportamiento de los pollitos permite identificar problemas a tiempo, como deshidratación, falta de alimento o enfermedades.

Con un manejo adecuado durante esta etapa crítica, los productores pueden asegurar un desarrollo óptimo de los pollitos parrilleros, lo que se traduce en mejores resultados productivos y económicos a largo plazo.

Fuente: Jorge Plaza
Redacción: Publiagro