Tras un período de relativa estabilidad, el precio del cacao, que se cotiza en las bolsas de Nueva York y Londres, ha vuelto a experimentar un importante repunte. Después de estabilizarse entre los $7.000 y $8.000 por tonelada métrica entre julio y noviembre, luego de una inusual escalada que en abril alcanzó los casi $12.000, el precio subió nuevamente, situándose el viernes 13 de diciembre en $11.300 por tonelada métrica.

En Bolivia, esta noticia ha sido recibida con satisfacción por los productores del departamento del Beni, quienes ven en este aumento una oportunidad para avanzar en su objetivo de abrir mercados internacionales y consolidar la exportación de cacao boliviano.

Cesar Mano Ribas, presidente de la Asociación de Productores de Cacao del Beni, expresó su optimismo ante esta nueva cotización, aunque recordó que las condiciones climáticas adversas han golpeado duramente la producción desde 2023.

«Para nosotros, los productores, nos cae muy bien la subida en el precio. El sacrificio tanto de los productores como de los recolectores es harto, y el precio estaba bajo. Hasta ahora se ha logrado conseguir que el precio suba un poco más», señaló Ribas, quien destacó los esfuerzos realizados para mantener la actividad productiva en la región pese a las adversidades.

El dirigente explicó que recientemente se llevó a cabo una rueda de negocios en la ciudad de Trinidad, donde se logró negociar un precio de 2.000 bolivianos por quintal con cinco empresas que participaron en el evento.

«Para el próximo año, nuestra meta es recuperar todas las parcelas que fueron destruidas por el fuego. Queremos implementar nuevos proyectos que nos permitan restablecer la producción y fortalecer nuestra capacidad para competir en los mercados internacionales»

«La verdad es que hemos tenido mucho perjuicio por el tema de la sequía, los incendios, y la negociación del precio nos ha caído muy bien. Los incendios quemaron muchos rodales de cacao», informó Ribas, resaltando los desafíos que enfrentan los productores debido a los eventos climáticos extremos.

Según Ribas, la producción de cacao ha registrado una caída de al menos un 40% este año. Los años 2023 y 2024 han sido especialmente complicados, con una cosecha que calificó de pésima. A pesar de ello, el dirigente aseguró que como asociación están comprometidos con reestablecerse económicamente.

«Para el próximo año, nuestra meta es recuperar todas las parcelas que fueron destruidas por el fuego. Queremos implementar nuevos proyectos que nos permitan restablecer la producción y fortalecer nuestra capacidad para competir en los mercados internacionales», afirmó.

El cacao boliviano, conocido por su calidad y características únicas, enfrenta importantes retos, pero el reciente aumento en los precios internacionales ofrece un respiro para los productores, quienes trabajan incansablemente para superar las adversidades y posicionar al país como un actor destacado en la exportación de este valioso producto.

Fuente: César Mano
Redacción: Publiagro