El venezolano José Avellaneda, ingeniero en producción animal y consultor externo, compartió su perspectiva sobre la economía agropecuaria en Bolivia, durante un simposio internacional. Su intervención se centró en los efectos de la inflación sobre los precios de los productos y ofreció valiosos consejos a los productores del sector.
Durante su presentación, Avellaneda destacó que la inflación en Bolivia ha alcanzado un alarmante 68% en los últimos 16 años, lo que impactó directamente en los productores primarios. A pesar de que los precios de productos como cereales y ganado de corte parecen aumentar, al ajustar por inflación, se revela que en términos reales estos precios han estado bajando, lo que erosiona el poder de compra del sector agropecuario.
“La inflación es el peor de los impuestos que un gobierno puede imponer a la población, pues siempre afecta a los más pobres, quienes no pueden defenderse ni comprenden del todo las implicaciones de esta situación en su vida cotidiana”, afirmó Avellaneda.
“La inflación es el peor de los impuestos que un gobierno puede imponer a la población, pues siempre afecta a los más pobres, quienes no pueden defenderse ni comprenden del todo las implicaciones de esta situación en su vida cotidiana”
Aumento de costos de producción
Los productores agropecuarios han reportado un incremento en los costos de producción que ha alcanzado hasta un 30% en algunos casos. Este aumento se traduce en un encarecimiento de los productos finales en el mercado, lo que impacta en la canasta familiar de los bolivianos, quienes enfrentan un menor poder adquisitivo.
La inflación no solo afecta los precios, sino también la disponibilidad de alimentos, además la reducción en los márgenes de ganancia obliga a muchos pequeños agricultores a disminuir la producción o a abandonar sus tierras, lo que puede llevar a una crisis de seguridad alimentaria en zonas vulnerables del país.
Recomendación
Avellaneda recomendó a los productores mantenerse atentos a la inflación, un impuesto que se presenta de manera silenciosa pero devastadora. Como ejemplo, mencionó que algunos productores y empresarios de Venezuela lograron superar este obstáculo a través de modificaciones en sus unidades de negocio.
En base a ese concepto, se puede decir que la situación de los precios agropecuarios requiere una atención constante y estrategias adaptativas por parte de los productores para mitigar el efecto adverso de la inflación y garantizar la sostenibilidad de sus operaciones.
Fuente: José Avellaneda
Redacción: Publiagro