En un contexto de creciente déficit hídrico, la infiltración del suelo se convierte en un aspecto crucial para la agricultura, aunque a menudo pasa desapercibido. Anuncio Fernández, asesor comercial de la empresa CIAGRO, destacó la importancia de este fenómeno durante una reciente charla sobre prácticas sostenibles en los cultivos.
Las últimas campañas agrícolas han sido especialmente desafiantes, con la escasez de lluvias afectando la disponibilidad de agua en los terrenos. En ese sentido, subrayó que uno de los principales objetivos es concientizar a los agricultores sobre la relación entre la infiltración del suelo y la cantidad de agua que se retiene, lo que resulta fundamental para mantener la productividad.
Por otra parte, explicó que la recuperación de suelos es un proceso complejo que no ofrece soluciones inmediatas, sin embargo, ante la problemática de terrenos compactados, se recomienda a corto plazo el uso de subsoladores por una sola vez.
En un periodo de tiempo más amplio, se pueden aplicar técnicas como la rotación de cultivos y la implementación de cultivos de servicio que son esenciales para mejorar la calidad del suelo y su capacidad de retención hídrica.
“En varias pruebas realizadas en la zona Este no hemos superado los 30 milímetros de infiltración en una hora de medición. Este dato revela que, incluso en condiciones de lluvia intensa, la capacidad de los suelos para absorber agua es limitada”
Datos alarmantes
En la región de San Julián y otros lugares de la zona Este, el departamento técnico de desarrollo de CIAGRO realizó múltiples estudios sobre la infiltración del suelo, obteniendo resultados preocupantes.
“En varias pruebas realizadas en la zona Este no hemos superado los 30 milímetros de infiltración en una hora de medición. Este dato revela que, incluso en condiciones de lluvia intensa, la capacidad de los suelos para absorber agua es limitada”, dijo Fernández.
Como ejemplo mencionó que, si se registra 100 milímetros de lluvia en una hora, lamentablemente sólo quedarán 30 milímetros o menos en el perfil del suelo que está compactado y el resto del agua se pierde por escorrentía.
Este escenario resalta la necesidad urgente de adoptar prácticas agrícolas que fomenten una mejor gestión del agua y del suelo, garantizando así la sostenibilidad de la producción agrícola en un entorno marcado por la incertidumbre climática. La educación y la implementación de tecnologías adecuadas son fundamentales para enfrentar los retos que se avecinan.
Fuente: Anuncio Fernández
Redacción: Publiagro