Un buen manejo de las vacas durante el ordeño es fundamental para maximizar la producción de leche. El doctor Ricardo Echazú señala que las vacas necesitan medios adecuados, como una temperatura controlada, un ambiente tranquilo y condiciones que eviten el estrés calórico.
¨El miedo a la novedad o a las personas, y el dolor, pueden llegar a inhibir el reflejo de eyección de leche, resultando en la no expulsión de la leche alveolar y en una disminución del flujo de leche».
En beneficio de la productividad, las vacas no deben percibir el ordeño como un evento negativo o estresante, lo que hace fundamental un manejo positivo durante el ordeño, permitiendo que las vacas anticipen y comprendan cada tarea.
Efecto del estrés
El estrés en las vacas generalmente comienza con el manejo. Puede deberse a factores como la rapidez con la que se lleva a las vacas a primeras horas para empezar la ordeña, el calor, el hacinamiento en espacios reducidos, y la presencia de toxinas en el alimento debido a micotoxinas.
«Nosotros podemos ayudar y darle una mano para que las vacas no sufran de estrés y se encuentren con un bienestar y confort para producir leche»
«Nosotros podemos ayudar y darle una mano para que las vacas no sufran de estrés y se encuentren con un bienestar y confort para producir leche», explicó Echazú.
Adaptación del lugar
Debido al intenso calor en Santa Cruz, muchas cabañas lecheras han implementado adaptaciones para reducir el estrés calórico de las vacas, el cual incluso podría resultar en su muerte. Estas adaptaciones incluyen:
- Uso de ventiladores
- Cepillos masajeadores mecánicos
- Aspersores de agua
- Pisos de goma
- Disponibilidad de mucha agua
- Buena ventilación
«Algo muy importante en el manejo a la hora de la ordeña es evitar los gritos, golpear al animal y la presencia de demasiadas personas, ya que la vaca tiene factores psicológicos y alterarlos puede generar una baja en la producción hasta en un 10%», enfatizó Echazú.
Detectar y minimizar el dolor durante el ordeño
El dolor es otro factor de estrés que no debe ser olvidado. Una mala práctica en la sala de ordeño puede producir dolor en el animal. Además, vacas con cojeras o mastitis experimentan dolor crónico, lo que inevitablemente resulta en la inhibición de la eyección de leche. Por tanto, el dolor debe prevenirse y tratarse adecuadamente.
La práctica del sobreordeño incrementa las conductas de “paso” en las vacas, una señal de dolor. Esto se explica porque la vaca siente molestias en la ubre debido a una mayor duración de ordeño y una prolongada exposición del pezón al vacío. Para evitar esta situación, se recomienda que las pezoneras sean retiradas inmediatamente después de que el flujo de leche se haya detenido.
Fuente: Ricardo Echazú
Redacción: Publiagro