En el reciente simposio internacional agropecuario sobre «Desafíos para Encara una Nueva Realidad,» Ademir Calegari, productor e investigador de la Universidad de Paraná en Brasil, enfatizó el papel fundamental de la innovación y biodiversidad en el camino hacia una producción agrícola verdaderamente sustentable. Durante su intervención, Calegari destacó los riesgos de depender de monocultivos y prácticas intensivas que agotan los recursos del suelo, señalando que estas prácticas modernas son insostenibles y provocan la pérdida de carbono, disminución de la humedad y erosión del suelo.
“Una producción sustentable en la agricultura se puede alcanzar no solo mediante el uso de fertilizantes, sino ajustando el equilibrio de nutrientes y utilizando compost y plantas en simbiosis con los animales. De esta manera se gasta menos y se logran mejores rindes”
Estrategias para la sustentabilidad
El investigador propuso una serie de estrategias para proteger el suelo, donde subrayó la importancia de la diversificación de cultivos y el uso de abonos verdes. Calegari sugirió técnicas como la rotación de cultivos y la siembra de plantas complementarias, tales como el nabo forrajero y otras crucíferas, que ayudan a solubilizar fósforo y capturar azufre, elementos esenciales para el suelo.
También mencionó el mileto, que ayuda a captar potasio, y las leguminosas, que aprovechan el nitrógeno del aire, mejorando la concentración de nutrientes disponibles para el crecimiento de las plantas.
El experto señaló que estas prácticas no solo incrementan la biodiversidad, sino que también benefician la actividad de microorganismos benéficos en el suelo. Esto, a su vez, potencia el control natural de plagas y enfermedades y mejora los rendimientos agrícolas, promoviendo una agricultura que respeta los procesos naturales.
La Integración de la Ganadería en un Modelo Sostenible
Calegari también presentó un modelo de integración agrícola-ganadera, sugiriendo la posibilidad de combinar el cultivo de productos como maíz, girasol y sorgo con una cobertura de pasturas que proteja el suelo.
“La cobertura permanente es clave para conservar la humedad y los nutrientes. Un suelo con raíces vivas durante todo el año actúa como un puente verde, promoviendo la infiltración de agua y la captura de carbono”, explicó Calegari. Este enfoque permite una mayor retención de agua y nutrientes, al mismo tiempo que contribuye a reducir la emisión de carbono al ambiente.
Incremento de la productividad en base a la sostenibilidad
En cuanto a la productividad, el investigador resaltó la importancia de incrementar los rendimientos en un marco de sostenibilidad. Propuso metas de producción de 3 a 4 toneladas de soya por hectárea, hasta 10 toneladas de maíz, entre 2 y 3 toneladas de girasol y entre 1.5 y 3 toneladas de sorgo.
Calegari destacó que “una producción sustentable en la agricultura se puede lograr no solo mediante el uso de fertilizantes, sino ajustando el equilibrio de nutrientes y empleando compost y plantas en simbiosis con los animales. De esta forma, se invierte menos y se logran mejores rendimientos”.
Innovación y resiliencia agrícola
Finalmente, Calegari subrayó que la biotecnología y la siembra directa son herramientas complementarias que, al integrarse en un suelo con una rica biodiversidad, otorgan mayor resiliencia frente a condiciones climáticas adversas como la sequía.
Estas prácticas permiten un modelo de producción agrícola más estable y en armonía con la naturaleza, que no solo responde a las necesidades actuales, sino que también contribuye a una agricultura más sostenible y duradera para futuras generaciones.
Fuente: Ademir Calegari – Brasil
Redacción: Publiagro