Domingo Rodríguez explicó sobre el tipo de muestra para enfermedades respiratorias/ Fuente: Publiagro
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El ambiente en el que están las aves es importante para evitar enfermedades respiratorias/ Foto: Publiagro
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La industria avícola ha reconocido desde hace mucho tiempo la importancia del manejo adecuado de la salud para maximizar el potencial genético de las aves. En este contexto, el aparato respiratorio de las aves juega un papel crucial, ya que tiene una capacidad residual limitada, y tanto sus funciones de intercambio gaseoso como de termorregulación son esenciales para alcanzar el desempeño esperado. Debido a esta vulnerabilidad, la gestión de las enfermedades respiratorias se convierte en un aspecto de vital importancia para la industria avícola.

Domingo Rodríguez, representante de Laboratorios Hipra, comenta que actualmente en Bolivia se están viendo rebrotes de varias enfermedades respiratorias que afectan al sector, siendo la bronquitis infecciosa una de las más relevantes. Además, menciona otras enfermedades como el Newcastle, la laringotraqueítis, los homovirus y la influenza aviar, que también representan amenazas importantes.

Rodríguez señala que «la bronquitis, y en general todas estas enfermedades, afectan el tracto respiratorio, pero en el caso de la gallina también comprometen el aparato reproductor, mientras que en los pollos influyen en los parámetros productivos, lo que genera una significativa relevancia económica para el sector.»

La bronquitis infecciosa es particularmente preocupante, ya que se trata de un virus no oportunista que causa graves daños en la industria avícola. Según un estudio realizado por la Universidad de Georgia, el control de los problemas respiratorios se ha convertido en uno de los desafíos más importantes para la industria del pollo de engorde.

«Existen diferentes métodos para diagnosticar enfermedades respiratorias, siendo las serologías las más comunes, lo que permite evaluar si hay incidencia durante la vida del animal»

Factores medioambientales

Además de las causas infecciosas, los factores ambientales juegan un papel importante en la aparición de reacciones respiratorias. Rodríguez señala que, probablemente, uno de los factores más determinantes es el entorno en el que se crían las aves. Como muchos parámetros productivos se miden por la cantidad de carne producida por metro cuadrado o por el número de aves criadas en un espacio determinado, existe la tendencia de aumentar ligeramente la densidad de aves para mejorar estos indicadores. Sin embargo, esta práctica puede ser el origen de muchos problemas respiratorios.

Movimiento de aire

El movimiento del aire en el entorno donde se alojan las aves también es crucial para evitar enfermedades respiratorias. En instalaciones donde el intercambio de aire es deficiente, las aves no reciben suficiente oxígeno para mantenerse cómodas, lo que las predispone a enfermedades. Si el aire no se renueva con frecuencia, aumentan las concentraciones de dióxido de carbono producido por las propias aves, lo que genera un ambiente más húmedo. Este exceso de humedad en las camas promueve la formación de amoníaco, un gas que resulta nocivo para la salud de las aves, ya que afecta el movimiento de los cilios en la tráquea, causando lesiones en el tracto respiratorio. Esto aumenta la producción de moco, lo que congestiona al animal, haciéndolo propenso a síntomas como ojos llorosos y secreción nasal. Si el ambiente no mejora, las reacciones respiratorias pueden agravarse significativamente.

Manejo de los bebederos

Otro aspecto importante en el control de las reacciones respiratorias es el manejo de los bebederos. En la industria avícola moderna, el uso de bebederos cerrados ha contribuido notablemente a reducir la severidad de las enfermedades respiratorias.

Diagnóstico

En cuanto al diagnóstico, Domingo Rodríguez señala que «existen diferentes métodos para diagnosticar enfermedades respiratorias, siendo las serologías las más comunes, lo que permite evaluar si hay incidencia durante la vida del animal». Sin embargo, menciona que el uso de técnicas más avanzadas como el PCR permite secuenciar y tipificar con precisión cada cepa o virus salvaje que esté afectando a los animales.

Bioseguridad

El control de las enfermedades respiratorias en los pollos se basa principalmente en la prevención, utilizando adecuadamente las vacunas comerciales disponibles y gestionando de manera óptima las parvadas. Mantener los entornos de cría limpios y con tiempos adecuados de descanso es clave para prevenir brotes. No obstante, Rodríguez destaca que una de las herramientas más importantes es la bioseguridad. Subraya que «sin bioseguridad no es posible corregir fallas ni controlar o erradicar una enfermedad en las instalaciones avícolas.»

Para prevenir estas enfermedades, es fundamental mantener un estatus sanitario adecuado, lo cual incluye una estricta bioseguridad. Rodríguez también menciona la importancia de que las incubadoras estén bien preparadas desde el punto de vista sanitario y que, en el campo, el manejo adecuado de las aves es esencial para controlar y, en el mejor de los casos, erradicar estas enfermedades.

Recomendaciones

Finalmente, Domingo Rodríguez recomienda a los avicultores invertir más en bioseguridad, asignando la mayor parte de los recursos a este aspecto clave, acompañado de un esquema de vacunación bien estructurado.

 

Fuente: Domingo Rodríguez 

Redacción: Publiagro