Con dos siembras posibles en una misma campaña, el cultivo de poroto mungo ofrece una opción productiva para agricultores, maximizando el uso de la humedad y reduciendo la necesidad de agua

Cultivos promisorios de poroto Mungo/ Foto: Publiagro
Foto: Publiagro

Los porotos mungo, también conocidos como porotos mung, son una variedad de legumbre caracterizada por su forma redonda y su exterior verde, mientras que en su interior presentan un color amarillo claro. Estos porotos poseen un sabor suave, que combina un toque dulce y un sutil sabor a nuez. Son ingredientes comunes tanto en platos dulces como salados, especialmente en la cocina asiática, donde se utilizan en una amplia variedad de preparaciones. Es una variedad ideal como cultivo alternativo de invierno, pensado en la exportación de este grano muy requerido en Europa, Asia y Estados Unidos.

Una de las características más destacadas de los porotos mungo es su ciclo de crecimiento corto, que oscila entre los 60 y 65 días, lo que los convierte en un cultivo precoz. Esta rapidez en su desarrollo los posiciona como una excelente opción para incluir en la zafriña, el período entre la cosecha de verano y el inicio de la temporada invernal. Incluir el cultivo de poroto mungo en este espacio intermedio es crucial, ya que ofrece al agricultor una alternativa adicional después de la cosecha de la soya, ampliando las oportunidades productivas y optimizando el uso de la tierra.

“Tenemos productores en la zona norte que han realizado dos siembras de poroto mungo. Dado que su ciclo es corto, comenzaron inmediatamente después de finalizar su campaña de verano. Realizaron la siembra del poroto mungo aprovechando la humedad residual, lograron cosechar en 65 días y ya están por cosechar su segunda siembra en la misma campaña de invierno»

Jorge Eid, gerente comercial de ALTEI, subraya las importantes ventajas que presenta el cultivo del poroto mungo. Según Eid, una de las características más atractivas de este cultivo es la posibilidad de realizar incluso dos siembras durante la misma campaña de invierno.

“Tenemos productores en la zona norte que han realizado dos siembras de poroto mungo. Dado que su ciclo es corto, comenzaron inmediatamente después de finalizar su campaña de verano. Realizaron la siembra del poroto mungo aprovechando la humedad residual, lograron cosechar en 65 días y ya están por cosechar su segunda siembra en la misma campaña de invierno», señala Eid.

Esta estrategia no solo garantiza una mayor rentabilidad, sino que también permite un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos, dado que el poroto mungo requiere poca agua. La versatilidad y resistencia de este cultivo lo convierten en una opción sumamente atractiva para los agricultores, permitiendo maximizar la producción en períodos cortos y con menor uso de insumos.

 

Fuente: Jorge Eid 

Redacción: Publiagro