Esta técnica permite que las hembras de la raza Holando se relajen y aumenten su producción de leche de forma significativa  

Este es el trabajo que ejecuta una de las encargadas del manejo. Foto: Publiagro

La aspersión de agua en el cuerpo de las vacas ayuda en esta tarea. Foto: Publiagro

Durante el manejo adecuado de las vacas lecheras de la raza Holando, los animales deben tratarse con calma, sin gritos ni movimientos bruscos y utilizando técnicas que favorezcan el comportamiento natural y que no les causen estrés o lesiones.

Eso fue lo que se observó en el tratamiento de una de las vacas de la Cabaña Santa Martha, que participó en el concurso lechero de la raza Holando que se realizó en el marco de la Expocruz 2024.

Allí, las personas encargadas del manejo hicieron el masaje de las ubres, ante el asombro del público, y luego utilizaron una regadera para refrescar el cuerpo de las vacas con el fin de evitar el estrés térmico.

Maday Tejerina, una de las practicantes de la lechería, indicó que  en el manual de funciones para los días de feria se incluyó la correcta alimentación de las vacas y sobre todo que coman en su hora.

“El masaje de las ubres se hace para que las vacas se relajen y larguen más leche, con esa técnica se las ve más tranquilas y producen más”

“El masaje de las ubres se hace para que las vacas se relajen y larguen más leche, con esa técnica se las ve más tranquilas y producen más”, explicó Tejerina.

Datos del predio

Rosendo Paz, copropietario de la lechería, informó que el trabajo antes descrito es parte del sello de bienestar animal que practican en esa propiedad, que se encuentra en la carretera que une a los municipios de Montero y Okinawa.

Por otra parte, mencionó que aplican la inseminación artificial desde el año 1991 y recientemente han incursionado en la producción de embriones de Girolando, aunque la mayor parte del hato es Holando.

 

Fuente: Rosendo Paz y Maday Tejerina

Redacción: Publiagro