Al abrir el cuerpo se puede hallar casos la uremia (retención de orina) o la ingesta de elementos extraños (alambres)

En los predios es preciso hacer un seguimiento constante a los animales. Foto: Publiagro
Farina mostró que una de las causas de la muerte de bovinos es la uremia. Foto: Publiagro
El tejido subcutáneo permite determinar algunas enfermedades. Foto: TV.UM.ES
José Luis Farina habló de este tema en dos predios de confinamiento. Foto: Publiagro

La necropsia de un bovino muerto, sin un motivo aparente en un predio de confinamiento, ayuda a identificar problemas específicos desde antes de su llegada al predio y guiar las medidas preventivas, especialmente en climas cálidos como el de Santa Cruz donde la rápida descomposición puede dificultar el diagnóstico.

José Luis Farina, médico veterinario argentino y asesor externo de la empresa Unión Agronegocios, explicó que la observación detallada del cadáver de un animal es crucial para entender la causa de la muerte y prevenir futuros incidentes.

La autopsia post mortem permite también determinar de qué origen es la tropa que fue admitida, la edad del animal, el tiempo que se encuentra en el confinamiento, la presencia de síntomas previos y el estado general del cadáver.

“El cadáver de un bovino habla, por eso hay que mirarlo y no desecharlo, cuánto antes se actúe sobre el cuerpo inerte más rápido se va obtener un diagnóstico de las causas del fallecimiento y con el resultado se podrá hacer la prevención”, manifestó Farina.

Por otra parte, mencionó que, durante el procedimiento de la necropsia se revisan varias áreas del cuerpo:

“El cadáver de un bovino habla, por eso hay que mirarlo y no desecharlo, cuánto antes se actúe sobre el cuerpo inerte más rápido se va obtener un diagnóstico de las causas del fallecimiento y con el resultado se podrá hacer la prevención”

  1. Tejido subcutáneo: se busca la presencia de manchas o anomalías, que puede ser originada por una miositis clostridial causada por Clostridium chauvoei, que afecta el músculo de los bovinos jóvenes de seis meses a dos años de vida. La prevención se realiza mediante el uso de vacunas.
  2. Abdomen: se examinan los intestinos, el hígado, la vesícula biliar, los riñones y la vejiga, buscando inflamación, gases, infartaciones y otros problemas.
  3. Órganos digestivos: se analiza la lengua, el vaso, el rumen y posibles cuerpos extraños, como metales o alambres que se encuentran en las áreas de confinamiento que pueden perforar el rumen y generar una infección con pus.
  4. Cavidad torácica: se revisan los pulmones y el corazón, aunque problemas cardíacos en animales jóvenes pueden ser difíciles de detectar.
  5. Pruebas de laboratorio: se pueden tomar muestras de sangre o hígado para estudios bacteriológicos, con los cuales se pueden detectar los patógenos causantes de alguna enfermedad.

Otros detalles

Si se mueren varios de manera simultánea, según Farina, se debe pensar en un problema de intoxicación, pero si los decesos surgen por goteo hay que ver si la mortandad es producida por una bacteria o por un efecto infeccioso.

En esta tarea, en animales adultos se puede encontrar tuberculosis (enfermedad infectocontagiosa producida por una bacteria), leucosis (enfermedad viral maligna similar a la leucemia) e inclusive cálculos urinarios que pueden provocar la uremia (retención de orina en la vejiga.

“En uno de los casos el cadáver de un bovino estaba sano como para comer, no aparecía nada hasta que nos encontramos con una vejiga con tres litros de orina. El problema fue que murió de una uremia porque había una obstrucción en la uretra con un cálculo urinario”, refirió el especialista en salud animal.

 

Fuente: José Luis Farina

Redacción: Publiagro