Se trata de una medida preventiva que consiste en la siembra de sorgo o maíz en las áreas afectadas por esta maleza parásita

La difusión de este tema generó la atención de productores y técnicos. Foto: Publiagro
El sorgo puede ser usado como cultivo trampa para controlar el jopo. Foto: Publiagro
Periodo de aplicación de herbicidas en girasol con tecnología CL. Foto: Publiagro

Modesto Roque Mita, encargado de investigación y desarrollo de MAINTER, dio algunas recomendaciones para controlar de manera preventiva al jopo (Orobanche cumana) y entre ellas está el uso de cultivos trampa (sorgo o maíz) para evitar que genere más daño al girasol.

Esta es una maleza parásita que afecta de manera específica a ese cultivo y ha generado pérdidas del 20 y hasta el 100% en las áreas de producción en el municipio de San Julián. De acuerdo a los estudios realizados no afecta al sorgo ni el maíz.   

“Nosotros recomendamos utilizar los cultivos trampa en campos donde hay una afectación mayor del jopo, esto significa no volver a sembrar girasol en las siguientes campañas sino utilizar el sorgo o maíz, aunque también se puede sembrar semillas de girasol pero con la tecnología Clearfield”, explicó Mita.

Clearfield (CL) es un sistema integrado de control de malas hierbas basado en el desarrollo de híbridos de girasol tolerantes al uso de los herbicidas que pertenecen al grupo de las Imidazolinonas. Empero, en Santa Cruz sólo el 20% del área de siembra total cuenta con este material, según el informe que dio el investigador.

“Nosotros recomendamos utilizar los cultivos trampa en campos donde hay una afectación mayor del jopo, esto significa no volver a sembrar girasol en las siguientes campañas sino utilizar el sorgo o maíz, aunque también se puede sembrar semillas de girasol pero con la tecnología Clearfield”

En este caso, remarcó que se debe evitar el abuso de esos herbicidas porque en el lapso de cuatro años el jopo podría generar resistencia y el problema sería mayor.

Por otra parte, sugirió evitar la salida de la maquinaria de los campos que han sido afectados por esta mala hierba para no diseminar la semilla de esta maleza en otros lugares.

Equipo de investigación

Ya existe un equipo de trabajo e investigación que conformó el ingeniero Guillermo Barea (gerente general de Coperagro), en la que participan fitopatólogos y personas entendidas en malezas.

Ellos están haciendo relevamiento de datos a nivel local y también en campo, para hacer nuevas recomendaciones relacionadas al control del jopo, en la zona donde se ha sido detectada.

“Según los estudios que hemos hecho en Bolivia esta maleza es más virulenta, puede ser efecto del clima o las condiciones ambientales, esos datos los estamos evaluando en un laboratorio”, agregó.

Ingreso del jopo a Bolivia

Modesto Roque, informó que oficialmente el Orobanche cumana se detectó el año 2023 en Bolivia, ese fue el periodo donde el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) tomó las muestras y las envió al laboratorio para su identificación.

Sin embargo, se sabe que muchos agricultores de San Julián ya observaron la presencia del jopo entre el año 2021 y 2022, cuando el daño no era tan significativo como ocurre en la actualidad.

 

Fuente: Modesto Roque Mita

Redacción: Publiagro