Tras una reunión clave con FEGASACRUZ, los ganaderos exigen medidas urgentes frente a la sequía, el aumento de insumos y la devaluación del dólar que amenaza la viabilidad del sector
Tras la reunión celebrada en las instalaciones de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (FEGASACRUZ), el sector ganadero ha decidido declararse en emergencia debido a la crisis que enfrenta. Esta crisis se debe a la sequía prolongada, el encarecimiento de los insumos agropecuarios y la escasez de dólares en el mercado.
Miguel Rueda, ganadero y miembro de la Asociación de Ganaderos de Cabezas (AGACABEZAS), destacó la importancia de esta reunión, describiéndola como un «despertar del sector ganadero».
Según Rueda, la reunión resultó muy beneficiosa porque permitió a los participantes expresar sus opiniones y tomar decisiones cruciales.
«Como sector ganadero, nos encontramos en emergencia desde hace mucho tiempo, pero la reunión con FEGASACRUZ fue un despertar. Cada uno dio su opinión, lo que ayudó a tomar decisiones para que en una próxima reunión podamos presentar propuestas y determinar medidas», explicó Rueda.
«Como sector ganadero, nos encontramos en emergencia desde hace mucho tiempo, pero la reunión con FEGASACRUZ fue un despertar. Cada uno dio su opinión, lo que ayudó a tomar decisiones para que en una próxima reunión podamos presentar propuestas y determinar medidas»
Entre las posibles medidas a considerar, se incluye la negociación con los frigoríficos para obtener mejores precios, así como la solicitud de intervención del gobierno para abordar el problema relacionado con el dólar. Estas propuestas serán evaluadas en una próxima reunión.
Rueda también subrayó que la participación en la reunión fue significativa y que la crisis ha provocado un descenso en los precios de los torillos.
«Antes, un torillo de 210 kilos se vendía por 14 bolivianos, equivalentes a 420 dólares. Hoy en día, el precio ha bajado a 12 o 12,50 bolivianos, lo que indica una disminución significativa en comparación con el dólar», comentó. Este descenso en los precios ha llevado a una devaluación de más de la mitad del valor de la carne.
Además, los costos de los insumos han aumentado un 35%, lo que está afectando gravemente la rentabilidad de los ganaderos. Esta situación podría llevar a la necesidad de vender más animales para poder cubrir los costos de los proveedores de insumos, lo que a su vez podría resultar en la quiebra de muchos ganaderos, especialmente los pequeños y medianos.
Rueda concluyó señalando que el sector ganadero no podía permanecer indiferente ante la crisis.
«No podíamos quedarnos callados. Si los lecheros se han declarado en emergencia y los productores de San Julián se han manifestado por biotecnología, los ganaderos no podíamos permanecer en silencio», destacó.
Fuente: Miguel Rueda
Redacción: Publiagro