Sin embargo, otro factor que afecta al producto son los factores climáticos
Profesionales del sector agrícola recomiendan que los productores implementen prácticas culturales para prevenir la proliferación de plagas, ya que estas pueden causar daños económicos significativos, especialmente para los pequeños productores. Sin embargo, otro factor de preocupación es el cambio climático.
Ademar Álvarez, ingeniero agrónomo en Los Negros-Pampagrande, indicó que el epicentro del ataque de los gusanos perforadores se encuentra en la comunidad de Agua Clara. Sin embargo, esta plaga está afectando en general a los cultivos en los Valles Cruceños, donde se produce tomate.
“Es un problema climático, las elevadas temperaturas, el inicio de las lluvias y la falta de prácticas culturales”, insistió.
Señaló que la plaga del gusano perforador ha estado presente en los Valles Cruceños durante aproximadamente 15 años; se trata de un tipo de polilla de la especie elegantalis.
Explicó que este gusano tiende a atacar generalmente al final del ciclo, cuando el fruto está presente, ya que su fase larval se desarrolla dentro del fruto, consumiendo el endocarpio del tomate.
“Es un problema climático, las elevadas temperaturas, el inicio de las lluvias y la falta de prácticas culturales”
El agrónomo también añadió que la invasión más aguda se ha registrado entre enero y marzo, período durante el cual el ataque de esta plaga se ha intensificado, llegando al punto en que los agroquímicos no han logrado tener efecto para combatir al gusano perforador.
Lamenta que el daño económico causado por esta plaga sea considerable, dado que los productores han invertido en la producción y, al momento de la cosecha, se observa una afectación muy perjudicial.
“El gusano perforador daña la fruta y esta es incomerciable, porque al salir la larva del fruto deja unos huecos grandes que son visibles, de tal manera que no puede ser comercializado y se tiene que botar”, dijo.
Álvarez hizo hincapié en que este ataque se observa principalmente en cultivos a campo abierto, especialmente aquellos que practican monocultivos a gran escala. Es decir, el gusano perforador presente en el cultivo actual se convierte en la plaga primaria, afectando tanto al cultivo actual como al siguiente.
Además, aquellos productores que no realizan rotación de cultivos suelen estar más expuestos a esta plaga. En la zona de los Valles, donde las parcelas suelen ser pequeñas, la rotación de cultivos es poco común o incluso inexistente.
Fuente: Publiagro