Profesionales recomiendan trabajar con semillas de calidad y adoptar un adecuado manejo del cultivo, entre otras medidas
La producción de arroz en nuestro país es crucial para la seguridad alimentaria. Sin embargo, a pesar de contar con una amplia variedad de cultivos sembrados, se requiere una transición de secano a riego, así como trabajar con semillas de calidad, implementar un adecuado manejo del cultivo, realizar inversiones, brindar asistencia técnica y apoyar al sector arrocero a través de organizaciones comprometidas.
La Ing. Juana Viruez, responsable del Proyecto Arroz del Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT), señaló que en Bolivia se cultiva una amplia variedad de arroz que abastece la demanda de la población en todo el territorio.
“Se necesita una logística y sembrar en condiciones para que la variedad exprese su mayor potencial productivo”
Rendimiento y afectación
Sin embargo, Viruez reveló que Bolivia registra los rendimientos más bajos en comparación con otros países de América Latina, debido en gran parte a que la mayoría de los cultivos se desarrollan en condiciones de secano, lo que afecta negativamente el proceso de cultivo.
La ingeniera destacó que el cultivo en secano dificulta el control de malezas y aumenta la exposición al estrés hídrico, ya que cerca del 80% de la superficie cultivada de arroz en Bolivia sigue esta práctica, lo que subraya la necesidad de cambiar a sistemas de riego.
“La siembra en condiciones de secano, es una agricultura de mucho riesgo y no solo para el arroz, sino para todos los cultivos”, expuso.
Viruez también mencionó la prevalencia del arroz rojo en los campos de arroz, lo que representa una seria amenaza para los productores. Esta maleza compite con el grano por recursos como agua, nutrientes y espacio, reduciendo la producción y siendo difícil de controlar.
El arroz rojo es una de las malezas más perjudiciales en los arrozales a nivel mundial, ya que compite con el grano por recursos como el agua, los nutrientes y el espacio, lo que reduce la producción. Además, su control y erradicación son extremadamente difíciles, lo que representa un desafío significativo para los productores.
Según la profesional del área, esta situación ocasiona pérdidas significativas, ya que aproximadamente en 50 mil hectáreas se estima una pérdida de alrededor de 4 millones, únicamente debido al arroz rojo.
Retos para la productividad
Agregó que para hacer frente a esta situación, es necesario abordar desafíos como dominar el manejo del cultivo, llevar a cabo una planificación adecuada, utilizar semillas de calidad, implementar prácticas de agotamiento, realizar una preparación anticipada en el campo y llevar a cabo la siembra en el momento óptimo.
“Se necesita una logística y sembrar en condiciones para que la variedad exprese su mayor potencial productivo”, aseguró.
Agregó que el arroz es fundamental para la gobernanza y la seguridad alimentaria, dado que más del 90% de la población lo consume, beneficiándose de su valor nutritivo y su asequibilidad. Sin embargo, Viruez expresó que para mantener la calidad en la producción de arroz, es necesario realizar inversiones, proporcionar asistencia técnica y respaldar al sector arrocero mediante la participación activa de organizaciones comprometidas que apoyen a los productores.
Ante esta situación, la profesional reiteró que en nuestro país contamos con variedades de excelente calidad que ofrecen un valor agregado tal que podrían proyectarse hacia la exportación, siempre y cuando estén respaldadas por un adecuado manejo.
Además, señaló que aproximadamente el 70% de la producción de arroz se concentra en Santa Cruz, donde se siembran cerca de 100 mil hectáreas en cada campaña.
Fuente: Publiagro