Desempeña un importante papel en el sector agrícola. Es la encargada de establecer la estrategia de supervivencia de la unidad familiar
El Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo en todo el mundo, es una ocasión para concienciar sobre la importancia de empoderar a las mujeres en todos los ámbitos, proteger sus derechos y asegurar que puedan alcanzar su máximo potencial.
También es una oportunidad para construir juntos un camino hacia la igualdad, basado en los derechos humanos, la eliminación de estereotipos de género y la superación de los prejuicios que dividen a la sociedad.
En nuestras visitas de campo, hemos tenido el privilegio de conocer a mujeres que se destacan como agentes de cambio en el rubro agrícola y apícola. Por ello, hoy hemos plasmado los testimonios de estas mujeres dedicadas a la agricultura y la apicultura de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
“Las mujeres realizamos un arduo trabajo al igual que los hombres, le ponemos empeño, esfuerzo, dedicación y pasión a lo que realizamos en los diferentes sectores”
Mujeres apicultoras
Yorgely Gutiérrez, ingeniera agrónoma y apicultora en Porongo, expresa con entusiasmo que las mujeres han incursionado con fuerza en actividades que anteriormente eran realizadas exclusivamente por hombres, como estudiar Ingeniería Agronómica o trabajar en el campo.
Hoy en día, la participación de la mujer en la agricultura sostenible es evidente, y en el caso específico de la apicultura, una actividad antes considerada exclusiva para hombres, las mujeres están ocupando cada vez más roles y áreas de producción.
“Las mujeres realizamos un arduo trabajo al igual que los hombres, le ponemos empeño, esfuerzo, dedicación y pasión a lo que realizamos en los diferentes sectores”, acentuó.
Yorgely Gutiérrez, de 23 años, comenzó su apasionante viaje en la apicultura a los 15 años, inspirada por el legado de su familia en este campo. Con dedicación y perseverancia, trabaja arduamente para hacer crecer su producción de miel y motivar a más mujeres a adentrarse en este campo.
Tiene planes ambiciosos para el futuro, incluyendo la impartición de cursos y talleres sobre la producción y transformación de la miel, así como el lanzamiento de su propia marca y la incursión en la producción de hidromiel.
Mujeres en la agricultura
Mónica Orellana, productora agrícola en Mairana y con formación en Ingeniería Agrónoma, comparte que su pasión por el campo siempre ha sido parte de su vida, influenciada por el legado de sus abuelos y padres. Al igual que su familia, se dedica a diversas actividades agrícolas, incluyendo la apicultura, cultivos de café orgánicos, hortalizas, fruticultura y viveros.
La joven productora, de 25 años, resalta el papel fundamental de la mujer como pilar en la familia, la sociedad y en todos los ámbitos, haciendo especial énfasis en su contribución crucial tanto en el hogar como en el sector agrícola y apícola. Destaca que su madre desempeña un papel clave en las ventas de toda la producción familiar en el campo.
En la familia Orellana, compuesta por 5 mujeres y un hombre, se evidencia el rol destacado que las mujeres desempeñan en las labores agrícolas y en la gestión de los negocios.
“Mi padre nos enseñó, que no importa el género, siempre que seamos responsables y perseverantes en cualquier rubro, se alcanzan muchos logros”, aseveró.
Mónica Orellana, destacada por su excelencia académica, tiene planes ambiciosos para su futuro. Además de continuar con sus actividades agrícolas, proyecta dedicarse a la docencia en áreas como fruticultura, apicultura o química. Aspira a crear su propio santuario de abejas y establecer un invernadero como parte de sus proyectos a largo plazo.
Compromiso con la agricultura ecológica
Alaida Soliz, comprometida con la agricultura ecológica en Montero, subraya el papel crucial que las mujeres han desempeñado durante décadas en la sociedad, y en la actualidad, asumen aún más responsabilidad en la agricultura familiar.
Destaca la significativa participación de las mujeres en este ámbito, especialmente durante la pandemia, cuando los cultivos ecológicos en los hogares brindaron importantes beneficios durante los períodos de confinamiento.
“En la agricultura ecológica la mujer es la encargada de su producción, para muchas es su fuente de trabajo”, destacó.
Alaida comenzó su aventura en la producción ecológica en 2011. A sus 54 años, tiene grandes planes para el futuro, incluyendo la obtención del sello ecológico y la apertura de su propio mercado en la zona Norte.
Además, destaca que un aspecto importante de su producción es que elaboran sus propios insumos, lo que demuestra su compromiso con la sostenibilidad y la calidad en todas las etapas del proceso.
Fuente: Publiagro