El frejol aporta una cantidad considerable de nutrientes al suelo y su ciclo es de 40 a 45 días

Cultivos de frejol Cambita-predios de Cenvicruz / Foto :Publiagro

Las semillas comestibles de las leguminosas tienen la capacidad, a través de ciertas bacterias simbióticas, de fijar el nitrógeno atmosférico y de hacer solubles los iones de fosfato de elementos como los fosfatos de calcio y hierro. Este proceso permite que las plantas puedan aprovechar de manera más eficiente estos nutrientes esenciales. Además, el cultivo de leguminosas contribuye al aumento de la materia orgánica en los suelos, lo que a su vez promueve la biodiversidad y la salud de los ecosistemas.

Eladio Fernández, técnico del Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT) en El Torno, informó que se ha llevado a cabo la siembra alrededor de una parcela de frejol cambita en los terrenos de Cenvicruz.

El técnico señaló que llevaron a cabo el tratamiento de las semillas antes de la siembra, preparando previamente el terreno. Además, destacó que este ensayo ha sido aprobado con el objetivo de contribuir a la recuperación del suelo.

El frejol fue sembrado a principios de diciembre y se adaptó a los suelos franco arenosos. Esta elección se debe a que en este tipo de suelos se facilita la penetración de las raíces y las plantas quedan más firmes  en comparación con los suelos franco arcillosos. En estos últimos, la humedad del suelo no es la adecuada, lo que resulta en plantas más débiles.

“Es necesario que el productor agrícola, tenga conocimiento del análisis de suelo, para que no cometa errores a la hora de sembrar y los resultados sean desfavorables”

Eladio explicó que en la zona están acostumbrados a practicar monocultivos, lo que conlleva a sembrar el mismo cultivo repetidamente en varias ocasiones. Esta práctica agota los nutrientes del suelo y lo debilita con el tiempo.

Por lo tanto, el experto recomienda implementar la rotación de cultivos como una estrategia para la recuperación del suelo. En este sentido, han optado por cultivar frejol, ya que este aporta una cantidad considerable de nutrientes al suelo. El ciclo de cultivo del frejol suele ser de 40 a 45 días después de la siembra, momento en el cual se mezcla el terreno y se pasa una rastra para prepararlo para el siguiente cultivo.

Hizo hincapié en que cuando no se cuenta con el conocimiento adecuado sobre los nutrientes presentes en el suelo y se procede a sembrar, los resultados suelen ser negativos en términos de producción. Esto se debe a que las plantas pueden carecer de elementos esenciales como nitrógeno, fósforo o potasio, lo que afecta su desarrollo y rendimiento.

Pero al realizar un análisis de suelo, se obtienen datos precisos sobre los nutrientes presentes y las condiciones del suelo. Si los resultados son desfavorables y muestran deficiencias en ciertos nutrientes, se pueden tomar medidas correctivas adecuadas. 

“Es necesario que el productor agrícola, tenga conocimiento del análisis de suelo, para que no cometa errores a la hora de sembrar y obtenga resultados no muy favorables”, señaló.

Fuente: Publiagro