El mayor rendimiento de la producción de sorgo y maíz, por ejemplo, permitió garantizar la provisión de carne, leche y huevos en el país

Santa Cruz ha marcado la mayor producción de alimentos estratégicos de los últimos años, con un total de 5.827.842 toneladas de granos de soya, maíz, sorgo, girasol, trigo y chía en la campaña agrícola de verano-invierno 2022-2023, según el informe que presentó Fernando Romero, presidente de ANAPO.

En esta oportunidad las precipitaciones en el invierno permitieron alcanzar buenos niveles de producción comparado con otros periodos similares donde se tuvo sequías y heladas.

El directivo enfatizó que esto demuestra que cuando hay buen clima y las condiciones de trabajo, sostenibilidad y productividad se pueden conseguir resultados muy importantes.

A través de las cifras presentadas remarcó que existe la capacidad de aumentar en el corto plazo la producción de alimentos, garantizando el mercado interno y generando excedentes para las exportaciones y divisas para el país.

“Bolivia tiene que ser productora, tiene que pasar de explotar sus recursos naturales no renovables a recursos naturales renovables como es el sector agrícola. Eso es lo que visionamos y es la propuesta que hemos dado, convirtamos a Bolivia en un país productivo”, dijo Romero.

Sorgo y maíz

El incremento de la superficie cultivada fue mínima en este último periodo, casi imperceptible según el titular de ANAPO gracias al responsable manejo de la expansión y la seguridad que cada hectárea que fue manejada de manera eficiente y respetuosa con el medio ambiente.

“Bolivia tiene que ser productora, tiene que pasar de explotar sus recursos naturales no renovables a recursos naturales renovables como es el sector agrícola. Eso es lo que visionamos y es la propuesta que hemos dado, convirtamos a Bolivia en un país productivo”

Fernando Romero, presidente de ANAPO

En ese sentido refirió que la producción alcanzada de sorgo y maíz fue importante para garantizar el abastecimiento interno con insumos vitales y la provisión de alimentos como la carne de pollo, res, cerdo, leche y huevo, entre otros.

La producción de sorgo en 2023 llegó a 1.733.000 toneladas, cifra que representó un aumento de 143% en comparación con el 2022 cuando los productores sufrieron pérdidas por sequía.

En cuanto al maíz se llegó a una producción de 552.000 toneladas, que implican un incremento de 22% con relación al 2022 también a causa de las mejores condiciones de clima.

Trigo, girasol y chía

En 2023 se obtuvo una producción total de 136.000 toneladas de grano de trigo, que refleja un aumento de 31% con relación a la producción del invierno anterior, con una productividad promedio de 1,44 toneladas por hectárea respecto de 0,87 del 2022.

El rendimiento del girasol llegó a 185.000 toneladas, cifra que muestra un aumento de 7% en comparación con el pasado invierno. Las condiciones de clima mejoraron el rendimiento de 1,04 toneladas por hectárea a 1,15.

Mientras que con la chía se logró una producción de 5.900 toneladas, con un aumento de 22% y una subida de la productividad promedio de 0,24 en el invierno anterior a 0,44 toneladas por hectárea en el último periodo agrícola.

Fuente: Publiagro