Un especialista indicó que la porosidad se puede mejorar con lombrices nativas y el aporte de nitrógeno con leguminosas
Alejandro Polo, asesor técnico del proyecto +Algodón en Colombia, explicó que las condiciones físicas y químicas del suelo son importantes en el desarrollo del cultivo del algodón.
Eso implica tener a las plantas en una zona de confort, mejorando el terreno para que tengan una raíz profunda de 70 a 80 centímetros y adquiera mayores mecanismos de defensa.
“Aquel cultivo que tiene un suelo con menos poros, con menos materia orgánica se pierde, así de sencillo. El nitrógeno y el azufre llega a la planta por flujo de masas, con la ayuda del agua de lluvia o subterránea la planta se nutre por los poros”, dijo Polo.
El experto agregó que con esas condiciones cualquier semilla es buena y no es necesario comprar algo caro para tener una buena producción, ya que un cultivo en un suelo poroso y con suficiente materia orgánica tampoco necesita fertilización.
Acciones
Polo también resaltó que la agricultura actual se asemeja a una sociedad de consumo porque implica la compra de todo tipo de productos para la fertilización, control de plagas, enfermedades y malezas que aumentan los costos de producción.
“Aquel cultivo que tiene un suelo con menos poros, con menos materia orgánica se pierde, así de sencillo. El nitrógeno y el azufre llega a la planta por flujo de masas, con la ayuda del agua de lluvia o subterránea la planta se nutre por los poros”
En ese sentido mencionó que hay acciones sencillas con las que se puede mejorar la porosidad del suelo como el uso de las lombrices de tierra nativas, cuyo trabajo se hace eficiente con la materia orgánica, humedad y cobertura de suelo.
“Nadie habla de las lombrices de tierra sino de los tractores, pero si se difundieran sus beneficios habrá gente que las compre. Hay que abordar este tema desde ese punto de vista, porque la agricultura no es cara, es baratísima”, agregó el especialista.
Este tipo de agricultura se hace visible no solo con el agricultor sino con la familia, ya que además de prestarle un servicio de asesoría tiene la tierra que tiene que ser mejorada.
“El agricultor tiene el aire que contiene el 78% de nitrógeno, es como el que tiene la úrea pero más limpio. Entonces es posible obtenerlo gratis si se siembra una leguminosa llámese frejol (alfalfa y mucuna) y otras que fijan el nitrógeno al suelo”, expresó.
Una vez recuperado el suelo se activan los servicios ecosistémicos como por ejemplo la infiltración de agua por los poros, mayor cantidad de aire en esa área y la fácil penetración de nutrientes.
Fuente: Publiagro