El productor debe considerar que cuidar de sus animales dentro y fuera de las granjas es fundamental para prevenir la entrada de enfermedades
Los costos de implementación de bioseguridad y análisis del riesgo de un quiebre sanitario, ponen en alerta a los productores porcinos. Expertos sugieren invertir en bioseguridad para minimizar el impacto en las granjas. Además, sostienen que el productor tiene que conocer sus riesgos para poder desarrollar estrategias de prevención.
Andrés Díaz, gerente de operación técnica de salud para Latinoamérica de PIC (Pig Improvement Company), dijo que uno de los factores que más impacta en alcanzar las metas es la salud, ya que puede provocar una caída en la productividad del 25 al 30 %, ocasionada por virus o alguna enfermedad porcina.
Señaló que los costos en bioseguridad son importantes, ya que esto hace que el sistema sea sostenible a lo largo del tiempo. Insistió en que la bioseguridad no es negociable, ya que la salud es un activo de los galpones de cerdo y un animal saludable será mucho más eficiente en su productividad.
El experto dijo que la enfermedad que podría impactar más en un galpón de cerdos sería el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS), una enfermedad de origen viral que afecta a los cerdos. No se transmite a las personas, es decir, no es una zoonosis, pero causa importantes pérdidas de producción y puede afectar las exportaciones. Esta enfermedad es de gran importancia debido a que el periodo de infección de un cerdo con PRRS es muy alto.
Un animal infectado por este virus puede durar hasta 300 días, es decir, en el sistema positivo a PRRS, el cerdo puede estar infectado desde su nacimiento hasta que va al beneficio.
Ante un brote de un cuadro agudo en cerdos destetados, el impacto se puede reducir aplicando vacunas vivas modificadas durante el destete, pero la protección dependerá del grado de relación entre las cepas de la vacuna y las cepas de campo.
“El productor tiene que invertir mucho en bioseguridad, para evitar el ingreso de enfermedades dentro de las granjas de cerdos, para minimizar el impacto”
Para evitar la entrada del virus, es necesario extremar medidas de bioseguridad y precauciones, respetando períodos de cuarentena, restringiendo el acceso a visitantes, disponiendo de baños, imponiendo un cambio obligatorio de ropa a la entrada y evitando la entrada de vehículos al perímetro
“El productor tiene que invertir mucho en bioseguridad, para evitar el ingreso de enfermedades dentro de las granjas de cerdos, para minimizar el impacto”, sostuvo.
Análisis de riesgo de un brote sanitario
En este sentido, acotó que el productor tiene que conocer sus riesgos para poder desarrollar estrategias de prevención. Por lo tanto, esto permitirá identificar cuáles serían las posibles rutas de ingreso y los lugares donde se tendrían que intervenir para reducir la probable amenaza.
Peste porcina clásica
La peste porcina clásica, también conocida como cólera porcina, es una enfermedad vírica contagiosa de los cerdos domésticos y salvajes. Es causada por un virus que se encuentra estrechamente relacionado con los virus causantes de la diarrea viral bovina en los bovinos y de la enfermedad de la frontera en los ovinos.
Díaz indicó que esta enfermedad limita el comercio internacional. Los países que son positivos a la peste porcina clásica están limitados en su capacidad de exportar, ya que la Organización Mundial del Comercio regula la comercialización de países que son positivos a esta enfermedad.
Sin embargo, aplaude que en países donde no hay casos de esta enfermedad, tengan programas de erradicación con la utilización de vacunas, monitoreos sistemáticos, entre otros, trabajen en conjunto con las autoridades para tener oportunidades en mercados internacionales.
Fuente: Publiagro