Se requiere una ley para controlar y erradicar la brucelosis bovina

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Expertos del Centro de Pensamiento Lácteo y otros entes consideran que es necesaria una ley para controlar y erradicar la brucelosis bovina de nuestro país. También ofrecieron algunos aspectos claves sobre cómo replantear y fortalecer la estrategia para prevenir la enfermedad.

Una reflexión realizada por expertos del Centro de Pensamiento Lácteo y la Universidad Nacional titulada «Brucelosis: ¿Hacia dónde vamos?» manifestaron que se debe fortalecer las políticas sanitarias para el sector ganadero, en particular aquella encaminada al control y erradicación de la brucelosis.

A juicio de los autores, «los recursos invertidos en esta estrategia han sido enormes (vacunación, bonificaciones, costos asociados a la certificación de hatos libres, sacrificio de animales) y los resultados han sido poco alentadores».

Esto debido a que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) ha reportado un aumento en la prevalencia de la enfermedad en la última década (29 % de las fincas y 6,5 % del inventario), lo que sugiere que la actual estrategia no ha sido efectiva «para la reducción de la enfermedad en el país y que lejos de controlarla ha habido una expansión».

Y agregaron: «Además, es una estrategia para la prevención en animales y por lo tanto adolece de mecanismos para la prevención, el diagnóstico y tratamiento en humanos».

Los autores explicaron que muchos productores de leche han desistido de certificar sus hatos por el el costo de la certificación y los riesgos que implica la serología positiva, principalmente el sacrificio de animales. Como consecuencia, el número de hatos certificados como libres de brucelosis pasó de 20 900 en 2015 a menos de 6000 en la actualidad.

«Adicionalmente, el proceso de certificar un hato tiene serias dificultades de orden burocrático que hacen que la expedición de la certificación no se haga de manera oportuna con consecuencias negativas para el ganadero representadas en un menor precio por litro de leche», anotaron.

El CPL considera que la estrategia de control y erradicación de la brucelosis debe continuar por el impacto que esta enfermedad puede tener sobre:
a) La salud pública (enfermedad zoonótica)
b) La eficiencia reproductiva del hato nacional (abortos)
c) El acceso de nuestros productos (carne y leche) a mercados internacionales


“Adicionalmente, el proceso de certificar un hato tiene serias dificultades de orden burocrático que hacen que la expedición de la certificación no se haga de manera oportuna con consecuencias negativas para el ganadero representadas en un menor precio por litro de leche


Aspectos claves para replantear la estrategia

a) Un proceso riguroso y oportuno (edades) en la vacunación que evite la posibilidad de serologías positivas en animales que no han estado expuestos a la enfermedad.

b) Pruebas de serología apropiadas (sensibles y precisas) y debidamente estandarizadas.

c) Uso de pruebas tamiz (anticuerpos en leche) que permitan a bajo costo monitorear el estado sanitario del hato nacional e identificar rápidamente focos de infección.

d) Recursos suficientes que permitan garantizar la vacunación, el control y en casos de erradicación compensar adecuadamente al ganadero el sacrificio de animales positivos.

e) Una adecuada cobertura territorial con recursos técnicos y humanos suficientes para lograr una adecuada vigilancia y control de la enfermedad.

f) Un sistema de gobernanza adecuado que garantice la participación de los actores involucrados en el diseño y aprobación de las estrategias para el control y la erradicación a nivel regional y nacional.

Ante la magnitud de estas tareas, los autores del texto proponen que se formule una ley de interés nacional para el control de esta enfermedad, con la cual se garanticen «los fondos y la gobernanza necesarios para erradicarla».

La ley debe permitir prevenir y controlar también la tuberculosis bovina, para declarar ambas enfermedades de interés nacional y que «la cobertura sea de carácter obligatorio, con la consecuente formulación de un programa nuevo, con un enfoque diferente, con recursos de investigación, fortaleciendo los sistemas de diagnóstico y migrando hacia una vigilancia epidemiológica activa, fortaleciendo los sistemas de diagnóstico».