La solución de los problemas sanitarios permite la expansión del rodeo ganadero
El aumento del stock ganadero se explica principalmente por una mayor cantidad de terneros logrados en 2022: se han contabilizado 670.000 terneros más, lo que constituye un récord logrado en varias décadas.
¿A que se debió este incremento? Principalmente a que el rodeo de nuestro país fue descartando vacas improductivas, y que la primavera/verano de la temporada 2021/2022 fue muy buena desde el punto de vista climático. Los tactos del otoño del año pasado ya presagiaba una buena zafra de terneros.
Pero quiero hacer hincapié en la eliminación de vacas improductivas, porque entiendo que aquí radicó el mayor beneficio y el consiguiente incremento en las tasas de destete.
Este cambio y crecimiento obedece entonces a diferentes acciones y medidas, tanto públicas como privadas, que llevaron a lograr este resultado. A partir de 2019, la Argentina logra la apertura del mercado chino de carne bovina luego de varios años de arduas negociaciones, lo cual modifica los paradigmas comerciales y dan valor a la vaca de refugo. En este sentido, hay que reconocer el trabajo de la industria frigorífica argentina para adaptarse al cambio y realizar las inversiones necesarias (fundamentalmente en frío) para abastecer en volumen ese mercado.
A su vez, el Senasa lanza y consolida un ambicioso Programa Nacional de Brucelosis. Este programa no solo apuntaba a avanzar por primera vez en pos de bajar y/o eliminar la prevalencia de esta zoonosis, sino además a tratar de mejorar la sanidad reproductiva del rodeo nacional.
“Se han contabilizado 670.000 terneros más, lo que constituye un récord logrado en varias décadas”
Así fue como se avanzó a paso firme y con una cobertura muy importante del rodeo argentino. En una primera etapa, con los productores más grandes, y luego en la colaboración de diferentes agentes del Senasa, el INTA y las provincias, en el estrato de pequeños productores.
Aquí me permito hacer un reconocimiento a los funcionarios y agentes del organismo técnico del Estado nacional referente a la sanidad animal en ese caso, por su esfuerzo, calidad técnica, y sobre todo para sobreponerse a los agoreros y/o detractores del Programa.
Y finalmente el productor ganadero, que cuando ve señales claras, seriedad profesional y objetivos claros, invierte, avanza y busca mejorar sus sistemas productivos.
El ganadero cuando logró precios adecuados por su vaca de refugo, rejuveneció rápidamente su rodeo, cambiando vacas adultas, muchas de ellas improductivas, por vaquillonas preñadas.
Luego entendió que el Programa de Brucelosis tenía seriedad y objetivos específicos, e hizo el esfuerzo en conjunto con sus veterinarios y sangró sus vacas, eliminando de su rodeo aquellas vacas problema. Además, en muchos casos aprovecharon para avanzar con la sanidad de los toros, consolidando programas sanitarios globales para sus establecimientos.
Queda claro entonces que cuando el Estado y el sector privado se encuentran en objetivos comunes, los resultados están a la vista. En el camino quedo mucha tela para cortar.
Seguramente por estos días muchos querrán capitalizar este logro de la ganadería argentina. Pero queda claro que el resultado es fruto del trabajo mancomunado del Senasa, las Coprosas, algunos gobiernos provinciales, cámaras de entidades frigoríficas, muchas entidades y agrupaciones de productores, y sobre todo de los ganaderos que trabajaron para mejorar la sanidad de su rodeo, en pos de rejuvenecerlo, eliminando las vacas improductivas del mismo.
Fuente: La Nacion