Una bodega pública, el deseo de los pequeños viticultores

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Productores pequeños suelen quedarse con uva sin vender

La idea que nació hace casi una década atrás no ha podido madurar. Para los pequeños productores es una iniciativa que puede funcionar, previo un trabajo de planificación.

Aún en época de bonanza económica, y con las proyecciones de crecimiento de la viticultura, en Tarija resonaba la idea de crear una bodega pública, que pueda procesar el excedente que no era comprado por las bodegas industriales locales y comercializarlo a un precio justo. De ahí en más, la iniciativa no ha podido madurar. Actualmente, aún es el deseo de los pequeños productores, quienes consideran que una iniciativa de esta magnitud puede resultar útil, pero con un trabajo previo de planificación.

Cabe mencionar que esta idea era aireada por el otrora alcalde de Uriondo, Álvaro Ruiz, actualmente viceministro de Autonomías, y era bien recibida por el entonces vicepresidente, Álvaro García Linera.

¿Qué pasó con esta iniciativa? El País buscó información al respecto, pero algunos productores dicen tener una idea vaga y prefieren no hablar del tema por la escasa información que poseen. Para los productores industriales, el tema les incomoda y también prefieren dejarlo pasar desapercibido.

El vocero de la Asociación Nacional de Productores Vitivinícolas (Anavit) y miembro del Comité de Competitividad Cadena Uva Vinos y Singanis, José Luis Sánchez, menciona que esto ha sido una buena perspectiva que se tenía en aquella ocasión. Empero, hace énfasis en algunas experiencias que se ha tenido en Uriondo, como la Cooperativa Integral Campesina (Coinca), que era conformada por productores, pero terminó cerrando.


“En Argentina se han conformado este tipo de cooperativas que se han ensamblado en lo que actualmente es el Vino Toro, un producto representativo de aquel país


“Coinca producía su uva, el 60% se iba al mercado y el 40% ellos lo procesaban y hacían un muy buen vino, la experiencia era positiva, de hecho en poco tiempo los productores de la Angostura se han fortalecido y empezaron a comprar uva de comunidades aledañas, ¿pero qué pasó? Los intereses privados y el mal manejo administrativo han hecho que la cooperativa fracase, pero no hay que negar que han tenido un auge y han podido incluso tecnificar su producción”, recuerda.
Otra iniciativa similar, fue la Bodega San Pedro que también terminó cerrando.

En tanto, Sánchez menciona que en Argentina se han conformado este tipo de cooperativas que se han ensamblado en lo que actualmente es el Vino Toro, un producto representativo de aquel país.

Sánchez cree que una bodega pública puede tener éxito en Tarija, pero previamente debe encararse un trabajo de planificación a corto, mediano y largo plazo, además de establecer una ruta de acción con los productores, para que exista el compromiso por parte de los viticultores, entregando un producto de calidad para sacar un producto de calidad.

“Nosotros habíamos trabajado una propuesta con el diputado José Luis Porcel para sacar un vino bandera tarijeño y boliviano, que plantee la integración de los pequeños productores que nos quedamos con uva hasta el final y no podemos venderla. Es una posibilidad y está pendiente el tema”, manifestó.

La idea de una bodega pública ha sido defendida por uno de los pequeños productores de Yesera, de Bodega La Tradición, René Padilla, quien refiere que esta puede ser una alternativa para los pequeños vitícolas que no tienen dónde entregar su producción.

Fuente: El Pais