Foto: Ámbito Financiero
Esa es la conclusión del informe presentado por Anapo de la gestión 2022. La pérdida en la campaña de invierno fue de 300 millones de dólares.
La producción total de soya, maíz, sorgo, girasol, trigo y chía- como resultado de la siembra de las campañas agrícolas de verano 2021-2022 e invierno 2022- fue de 4.523.978 toneladas.
Esa cifra representa un 5% menos con relación al 2021 y 11% respecto a lo alcanzado el 2020, situación que preocupa a los productores respecto de las próximas campañas.
Fidel Flores, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), expuso estas cifras como parte del informe final de la actual temporada.
El ejecutivo aclaró que esta disminución se debió a que en la campaña de verano 2021-2022 la producción fue afectada por la sequía prolongada y fríos intensos que mermaron los rendimientos de la soya y los otros cultivos.
“Estamos frente a una caída importante y preocupante que se debe una vez más a la afectación de la sequía, que mermó primero los rendimientos de la soya en la campaña de verano y luego en invierno”, explicó Flores.
Con este panorama resaltó la necesidad de retomar la agenda productiva planteada al Gobierno nacional lo antes posible porque la situación de los productores es apremiante y se precisa una alianza público-privada para seguir en la producción de alimentos.
PÉRDIDAS
El titular de Anapo reveló al mismo tiempo que las pérdidas en la campaña de invierno 2022 fueron significativas por los problemas mencionados.
“La pérdida de la campaña de invierno de este año, en términos económicos está en alrededor de 300 millones de dólares, debido a que hemos cosechado 950 mil toneladas menos”, refirió Flores.
“La pérdida de la campaña de invierno de este año, en términos económicos está en alrededor de 300 millones de dólares, debido a que hemos cosechado 950 mil toneladas menos”
CULTIVOS
En cuanto a la soya el presidente de Anapo explicó que el 2022 se logró una producción total de 3.075.000 toneladas, cantidad inferior en 4% con relación al 2021. De acuerdo a los datos expuestos la sequía provocó una disminución en la productividad promedio de 2,30 toneladas por hectárea a 2,04.
Mientras que en el trigo se obtuvo una producción total de 103.000 toneladas que representa una disminución de 44% con relación a la producción del invierno anterior con un rendimiento de apenas 0,87 toneladas por hectárea, una de las más bajas de los últimos 25 años en Santa Cruz.
En el girasol se tuvo una producción total de 173.000 toneladas, que significan una disminución del 16% con relación al invierno anterior. La productividad se redujo de 1,32 toneladas por hectárea a 1,04.
Sobre el maíz se llegó a una cosecha total de 453.000 toneladas, que implican una disminución de 28% con relación al 2021. El rendimiento bajó de cuatro toneladas por hectárea a 2,82.
La excepción estuvo en la producción de sorgo que llegó a 712.000 toneladas, cifra que representó un aumento del 29% comparada con el invierno anterior.
Finalmente, con la chía se alcanzó un rendimiento de 4.800 toneladas lo que significa un aumento de 68% comparado con el invierno anterior debido a una subida de 0,14 toneladas por hectárea a 0,24.
CONCLUSIONES
Flores terminó el informe pidiendo que las autoridades actúen de manera inmediata sobre los avasallamientos y que se garantice la seguridad jurídica a los productores y de esa manera se mantenga la producción de alimentos.
Con esta situación es imposible seguir produciendo manifestó el dirigente, sin embargo garantizó la provisión de soya para el sector porcicultor y avícola.
“La campaña de verano se caracteriza por la producción de soya, con las últimas precipitaciones creemos que la actividad agrícola volverá a la normalidad”, aseveró.
En este periodo se prevé la siembra de soya, maíz y sorgo en 1.300.000 hectáreas, cuyo avance debido a la falta de agua se mantiene en 30 por ciento.
Fuente: Publiagro