Foto: Los Tiempos
Pese a la contaminación y a los olores fétidos, varias aves migratorias llegan a las orillas de la laguna Alalay, que luce como un pantano por la evaporación y el lodo.
Antes de 2016, el espejo de agua albergaba alrededor de 130 especies de aves, cifra que se fue reduciendo tras la muerte de miles peces y la acumulación de sedimentos, indicó ayer el biólogo e investigador Erick Martínez.
“La acumulación de tierra y sedimentos alrededor de laguna también ha hecho que la aves desaparezcan”, remarcó.
El especialista sostuvo que, de la totalidad de aves, 14 eran especies playeras que después del desastre de 2016 ya no retornaron a la única laguna dentro de la ciudad de Cochabamba.
“El desastre de hace seis años, en el que han muerto los peces, es otra razón por la que las aves no llegan, es que ya no tienen de qué alimentarse”, puntualizó.
Martínez dijo que, si la situación sigue así, la biodiversidad va a continuar desapareciendo porque en esta época del año no se puede hacer nada.
“La Alcaldía ha mandado a hacer una consultoría para el dragado a una empresa, pero ésa es una medida a largo plazo”, observó.
El biólogo dijo que el bajo caudal de la laguna se debe también a que se redujo la capacidad de retención de agua.
“En la época de lluvia no entra suficiente cantidad de agua. Se necesita que ingresen 2 a 3 millones de metros cúbicos del río Rocha y otra cantidad de otras fuentes; lo que ingresa no es suficiente”, subrayó.
“El desastre de hace seis años, en el que han muerto los peces, es otra razón por la que las aves no llegan, es que ya no tienen de qué alimentarse”
Respecto a la contaminación por el ingreso de aguas residuales por conexiones clandestinas de alcantarillado, el investigador precisó que en 2012 había bastantes instalaciones irregulares, pero en 2017, con apoyo de Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (Semapa), se redujo al mínimo esta situación.
“Lo que hay son conexiones indirectas de lavaderos de jeans u otro tipo de actividad que llegan a la laguna por la pendiente”, afirmó.
En un recorrido realizado por este medio se constató que, en varios sectores de la laguna, la superficie comienza a presentar grietas y el color del agua se torna de color verde.
Las personas que realizan actividades deportivas por el área relataron que los malos olores son intensos en horas de la tarde y la madrugada.
La semana pasada, la Alcaldía anunció que se buscará financiamiento para dragar el vaso de agua de unos 30 millones de bolivianos.
Buscan recursos para el dragado
Más de 30 millones de bolivianos es el monto que se requiere para realizar el dragado de la laguna Alalay.
El director de Medio Ambiente de la Alcaldía, Elvis Gutiérrez, dijo que se harán gestiones ante diferentes instancias para conseguir el financiamiento.
Comentó que el principal problema es la falta de fuentes de agua, motivo por el que se propuso en varias oportunidades aprovechar el desfogue de la represa de Misicuni para recuperar el espejo de agua.
Ratificó que no se afectaría a los agricultores porque la captación de agua se haría en época de lluvias.